Cuando me quise dar cuenta había sangre por toda mi ropa aka ropa de Jimin. O me estaba desangrando por la nariz o mi cuerpo se había olvidado por cual agujero tenía que expulsar el periodo.
Escuché los gritos de J-Hope y noté unos dedos presionando mis fosas nasales; Jefazo ordenando a los demás que trajeran algo para controlar la hemorragia.
Entre Joe, Jefazo enfadado, Wonka pasmado y Jimin buscando como loco algo por la habitación aquello era un completo caos.Y yo lo veía todo rojo.
"¡Toma!" V exclamó sujetando un pequeño objeto frente a mi cara.
"¡Eso es un tampón, Beatle Wonka!"chillé.
"Servirá." Yoongi dijo quitándole el tampón de las manos y abriendo el paquetito. "Ahora estate quieta." Dijo antes de intentar meterme el objeto por la nariz.
"¡No no no!" Me revolví y le pegué un manotazo apartando su mano de mi. Me negaba a perder la dignidad de aquella manera.
"¡Pero estás sangrando mucho!"
"¡Que no!"
"¡Taehyung sujétala!"
"¡AAAAAA!" grité intentando quitarme las manos del chico del encima. Cuando me di cuenta, todo se había quedado en silencio, menos yo, que seguía gritando con los ojos cerrados como si me fueran a matar. Abrí los ojos solo para encontrarme con la expresión en blanco de Jefazo.
''¿Tú no serás tonta verdad?'' Me preguntó, suspirando. ''Anda, levántate y ve a limpiarte. Y que alguien te deje otra camiseta...' dijo mientras observaba los manchurrones sangrientos que corrían por la camiseta.
''Oh, esa era mi camiseta...'' pude escuchar la suave voz de Jimin por el fondo de la habitación, sonando bastante triste.
Decidí no hacer comentario alguno e ignorar la vacilona expresión con la que me miraba Yoongi y las risitas de Joe y V. Con paso rápido pero robótico fui al baño y me metí dos bolas de papel por las fosas nasales hasta que la hemorragia se calmó.
No iba a mentir, me sentía fatal. Era como si algo no fuera bien con mi cuerpo en las últimas horas; con los calambres y dolores no pensaba que todo fuera culpa de mis hormonas y el periodo. Eché los papeles al váter y tiré de la cisterna. Luego busqué al pobre de Jimin para que me diera otra camiseta: por supuesto, me disculpé con él, a ese ritmo le iba a dejar sin ropa.
Sin doble sentido.
***
Las horas seguían pasando y yo me seguía aburriendo. Todos estaban ocupados con cosas de mafiosos pero yo no tenía nada que hacer. Además, como aquella no era mi casa no se me tenía permitido fisgonear por algunos rincones sin permisos de los demás. Así que me digné a comer el almuerzo que me habían preparado horas antes y a encerrarme en mi habitación dando vueltas en la cama y mirando al techo.
En efecto, mi plan de llamar la atención había concluido hacía horas.
Comencé a tararear una canción que me estaba inventando sobre la marcha, y me puse de pie, notando el frío suelo bajo mis pies. Me miré al espejo y vi que tenía un aspecto un poco demacrado, pero eso no me impidió ponerme a bailar como una tonta.
Ahora sería una estrella de la música por un momento.
Empezó con un movimiento de caderas bastante cutre y luego de brazos, hasta que comencé a mover los pies y a dar vueltas sobre mi misma, viviéndolo al máximo, como si fuera un personaje de High School Musical. Y de alguna manera, me entretuvo.
Pero llegó un momento en el que el baile y las vueltas se me fueron de las manos y golpeé con el talón la esquina del pequeño tocador. El dolor fue intenso e inmediato, así como mi reacción; que no fue otra cosa que dejar escapar un chillido, cojear y caerme de espaldas contra el espejo.
Todo estaba pasando muy rápido y cuando me quise dar cuenta el espejo estaba a punto de abalanzarse sobre mí. Era muy grande, llegaba casi al suelo, con un ancho marco. Parecía frágil, y doloroso.
Sentí el grito salir por mi garganta y llevé las manos a la cabeza como reacción automática. No vi ningún túnel con luz blanca al final ni mi vida pasó por delante de mis ojos, pero sí supe que me iba a hacer daño.
Sin embargo, nada cayó. Esperé unos segundos encogida en el suelo con los ojos cerrados con fuerza. Poco a poco me di cuenta de la situación y levanté la cabeza: nos os creeréis lo que vi a continuación.
El espejo se encontraba flotando, repito, FLOTANDO en el aire, quieto, a 15cm por encima de mi cabeza. Entré en pánico y me deslicé rápidamente hacia atrás por el suelo. Respiré agitadamente sin apartar la vista del objeto.
Aquello era magia. No podía ser verdad. No estaba loca. No. No. Quizás... Quizás alguien había puesto un hilo en la pared y por eso no caía, sí, tenía que ser eso.
Me relajé un momento y de repente el espejo cayó con un estrépito al suelo. Escuché los crujidos y vi trozos volando a ras del suelo. Chillé y luego todo se quedó en silencio. Todo cayó sobre mi, pero por algún motivo ningún cristal me llegó a tocar.
***
La puerta se abrió y todos me miraron. Joe entró gritando y corriendo.
"¿Q-qué ha pasado?" Preguntó con voz aguda, mirando con asombro la escena.
Abrí la boca intentando articular alguna palabra, pero no hubo suerte para mi. ¿Que qué había pasado? Y yo que sé, nada realmente creíble. Con la misma expresión que Joe en mi cara, miré a los chicos, y luego a los cristales, y luego de nuevo a los chicos, y a los cristales, y...
"He hecho levitar el espejo." Respondí. Me salió un gallo en la voz.
"¿Qué?" Pelo moco me miró como si estuviera loca. Jefazo se cruzó de brazos y Jimin se recolocó las gafas.
"Soy una maldita X-Men, chicos."

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Dear diary (BTS)
FanficMi nombre es Woo Boa y soy la hermana menor del líder de una de las bandas ''criminales'' que mandan en Corea del Sur, Block B. Si alguien lee esto, tiene que saber que he sido secuestrada (o algo así) accidentalmente (sí, accidentalmente) por unos...