La Cárcel Akatsuki

Capítulo 23

Una nueva vida

- Se me hace raro dejar este sitio- suspiré cuando, todos juntos, salimos de la prisión Akatsuki. Shiro ya tenía nueve años, yo 26 e Itachi 28 (hay que tener en cuenta que yo tenía una condena de 10 años y cuando llegué a los Akatsuki también les quedaban diez años de los 15 que debían cumplir). 

- Ya, pero será mejor para Shiro- dijo Itachi-. Una cárcel así no es lugar para que una niña de nueve años crezca. 

- ¡Oh, venga ya!- resopló Hidan-. ¿De verdad os vais a quedar aquí mirando este tugurio como si fuera la casa de vuestros padres?

Cogió a Shiro, sentándola en sus hombros y marchándose. Todos nos miramos antes de menear la cabeza a la vez y marcharnos, por fin, de allí. 

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Shiro salió clavada a nosotros: pelo negro, ojos rojos, tez clara y muy dulce (a pesar de que cierto hombre hubiera sido tan "malo" al principio con su madre ¬_¬). Sus herencias de sangre eran algo curiosas: tenía el Sharingan de su padre, pero a la vez tenía mis ojos de gato. Cuando los tenía normales los ojos, eran los míos, pero si activaba el Sharingan se volvían Sharingan. Con ambas técnicas, era capaz de copiar no solo jutsus, sino gestos de su contrincante, su técnica hereditaria e incluso su apariencia. Nuestra pequeña era realmente poderosa. 

Ya estaba acostumbrada a recibir cuatro horas alternadas de clase con nosotros: Zetsu y Kisame le enseñaban Biología Marina y la flora y fauna terrestres; Deidara le explicaba los conocimientos básicos sobre Física y Química (por las explosiones sabía algo acerca de Química); Sasori le contaba sobre Historia, tanto del mundo como de nuestro país; Hidan se empeñaba en enseñarle la religión de Jashin-sama, pero no le dejábamos, así que le daba Mitología Grecorromana; Kakuzu la enseñaba a coser y a trabajar con materiales comunes en una casa, es decir, le daba algo parecido a Plástica; Pain le explicaba Matemáticas y Konan Lengua y Literatura; Tobi, en los descansos, jugaba con ella a juegos tanto de mesa como populares. Itachi entrenaba su Sharingan y aprendió rápido a usarlo, hasta que descubrió por su cuenta el Mangekyou Sharingan. Además, le enseñó todos los jutsus que conocía. Y yo la enseñé a luchar cuerpo a cuerpo, hasta el punto que adquirió unas grandes dotes para la batalla en poco tiempo. Era rápida, fuerte y astuta, como yo, sabía moverse en el bosque y aprendió a tratar con animales salvajes. 

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Atte: En este capítulo quería explicar sobre Shiro, por eso no he seguido el hilo de la historia. En el próximo prometo que volveré a ponerme el traje de Reina del Suspense >:3

¡Gracias por leer y seguir leyendo ^w^!