Rescate 2/?

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- ¡No podemos quedarnos aquí, con los brazos cruzados!

- Calmate Ilias...

- Como pides que  me calme Alexandria, sabiendo que nuestros padres están en peligro. ¡Deberíamos estar peleando con ellos, debemos ayudarlos!

Los hijos de los Caballeros, se encontraban en la Casa de Acuario, discutiendo sobre que hacer. Varios, especialmente los mayores, compartían el mismo pensamiento que Ilias, ellos en vez de estar en Santuario, debieron ir con sus padres a rescatar a sus madres. Pero fueron ellos mismo los que les habían ordenado el que se quedaran a proteger el Santuario, pero para los jóvenes sonó como si no les dieran oportunidad de pelear en contra del enemigo.

- Athena no hace nada, se quedo aquí para supuestamente protegernos a nosotros- Atisa la menor de las mellizas se cruzo de brazos- pero a mi me parece que sera al revés, por que hasta uno de nuestros medios hermanos vino aquí.

-¿Y ese quien seria?- Misaki preguntó con curiosidad y al ser uno de los mas pequeños, los mayores le perdonaban todo junto con Antares.

- Thanatos. Ahora si me disculpan voy a reclamarle algo a Saori.

- Voy contigo hermana.

Las mellizas estaban dispuestas a irse, pero se lo impidieron antes de llegar a la puerta.

- ¡El par de semi Diosas vengan acá!, no hemos terminado, y no voy aguantarles ningún berrinche- Alexandria se había puesto seria en pocas ocasiones ocurrió eso y cuando pasaba, mejor era hacerle caso- no es por defender a la Diosa, pero ella esta reforzando el Santuario y tratando que las Parcas de Thanatos le obedezcan a él y a ella por igual. Ahora no estando mi padres, estoy a cargo entre nosotros. Suga, ¿Cuantos Caballeros Dorados quedaron en el Santuario?

- Los de Tauro, los de Cáncer, el señor Deuteros, el señor Aioria, el señor Asmita, el señor Aioros y el señor Degel.

- Bien, nos repartiremos los templos. Los menores, al templo principal, ahora.- Antares se aferro a Kardel, no quería separarse de su prima.

- Alex, lo siento Antares se queda conmigo aquí. El señor Degel no esta en condiciones de combate aun, así que yo protegeré Acuario y de paso a este pequeño Escorpión.

- Esta bien. Argenis, Marina ¿van a pelear? - ambos pelicelestes asintieron- bien, Denis, Daniel y Misaki al templo principal. Argenis y yo estaremos en Aries, Hikaru en Géminis, con tu tío, Kaoru a Leo con Aioria, Atisa a Virgo con Asmita, Tenma y Asteri en Libra, Ruse en Escorpión, le dire al señor Fenix que te ayude, Ilias en Sagitario con Suga, Takeshi y Marina en Capricornio, Kardel en Acuario, ¿Puedes pelear sola?

-Si, no hay problema dudo que si atacan lleguen a Acuario.

- Bien, dos Parcas protegerán Piscis. Ya saben lo que haremos por favor no hagan esto mas complicado. ¡Cada uno al templo que se le asigno!

Cada uno tomo rumbo al templo que les correspondía proteger, mientras que los menores iban al templo principal. Antares se abrazo a las piernas de Kardel, ya que era a la única que podía pedirle protección y consuelo del miedo que sentía en ese momento. La chica agacho a su altura, para abrazarlo bien.

- Tranquilo enano, todo estará bien. Pero quiero que te quedes en la habitacion con el señor Degel si algo malo pasa, y que no salgas por nada del mundo de ahi, ¿Si?- el pelirrojo asintió- se valiente pequeño.- sabia que solo eso podía pedirle, después de todo Antares solo tiene 10 años. 

Milán

No hay  nadie mas inteligente que yo en este lugar, nótese el sarcasmo, a mi no mas se me ocurre amenazar a unos treinta Soles con un lampara, que ridículo tuvo que verse eso, mejor hubiera sacado la Aguja Escarlata y ya.

Un Sol de pelo de zanahoria se me acerco, quería atacarme, lo iba a golpear con mi tan amada arma, hey las lamparas sirven bastantes, pero si se toma por sorpresa, por que tomo mi arma antes de que le llegara el golpe, el muy maldito me lanzo al centro de todos, en donde estaba los Caballeros Dorados, menos mal que no me caí, por que sino, uy que me hubiera desquitado rico. ¡Sol convertido en coladera!

Sentí unas manos que me dejaron al medio de los cinco Caballeros, Camus y Milo estaba frente a mi, mientras que atrás tenía a Aspros, Sisifo y Mu.

- Oigan me puedo defender, dejenme salir de aquí- Camus se giro y me encaro, por primera vez en mi vida lo veo enojado de verdad conmigo.

- Milán no pienso dejar a nuestra hija sin madre, casi que te quedas ahí.

- Pero la dejaras sin padre, si no hago algo...- Milo empujo a Camus al centro, supongo que por mientras.

-Mira, Kardel sabe que una guerra puede llevarse mi vida, pero no la tuya, y no pienso dejar que esta se lleve a la primera mujer que me a importado mas que Athena y que mi propia madre. Así que quedate aquí y cuando te diga que corras hazlo, busca a las demás y evita tener problemas ...- no me dio tiempo para responderle algo, solo sentí sus labios contra los mios , y como me sonroje en menos de un segundo, espero con toda mi alma que no sea un beso de despedida, por que soy capas de bajar al inframundo a golpearlo por dejarnos solas. Se separo de mi y se volvió a posicionar al lado de mi hermano.

Milo solo me sonrió, no se si el lazo que tengo con ese bicho es tan fuerte, que solo con una mirada o sonrisa nos decimos todo.

En menos de cinco minutos una pelea bastante desigual se comenzaba a desarrollar. Para la suerte de los Caballeros, la mayoría de los Soles eran menores. Quería atacar, sacarle sangre a mas de unos, pero seguía en medio de los Santos de Oro, ¿Que podía hacer? Nada, si me quedaba hay en medio nada podría hacer, y el miedo de no poder hacer nada por ayudar a mi hermano y a mi pareja, me daba una impotencia enorme. ¿Que debía hacer?, ¿Que hacer? ¡Ah!

Algo callendo al suelo me saco de mis pensamientos, no se como demonios pero pudieron arrebatarle el arco a Sisifo, osea eso es casi imposible, ¡Imposible! Hacer eso. Me dio igual que pudieran atacarme pero pude salir del lado de Aspros, y ataque al primer Sol que vi con la Aguja Escarlata. De repente veo como el Sol principal que ataque con la lámpara de levanta, ahora si que esto se complica y mucho. Siento que me toman del brazo y me llevan a un pasillo, el maldito pelo se me fue a la cara y no pude ver quien era, me lo corrí de la cara, era Milo.

- vete por atrás de los pilares que no te vean. Trata de llegar al harem, y busca a las demás, cuando estén todas salgan de aquí.

- Pero...

- Nada. Hasta luego enana.- dijo eso y se fue.

Solo vi como volvía a la pelea, y apenas llego le clavo unas cuantas Agujas, cuando lo perdí de vista, busque a Camus, solo lo vi congelando a unos Soles, por un segundo su mirada conecto con la mía. Quiero pensar que no fue un adiós. Salí corriendo por la sombra de los pilares, como me dijo Milo. Solo rogaba a todos los Dioses habidos y por haber, menos al maldito de Helios, que nada malo les pase y que salgan bien parados de esa pelea...

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¡Hola!

¿Como andan?, yo aquí con flojerita jeje.

Bueno quise mostrar un poco a los hijos de los Caballeros, por que se habían desaparecido, espero que les haya gustado y eso.

Chaito

ScorpioNoMilo ✌

¿Yo? hermana de un Dorado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora