2 años después
─¿Casarme?
─Sí, eso harás.
─Me niego.
Nuevamente discutían en la mansión Usami, Anabel y su padre.
El punto era el mismo de siempre: Anabel debía casarse con uno de sus pretendientes "bien elegidos" para asumir su cargo como heredera de la familia. La peli plata, como siempre, rechazaba la idea pero esta ocasión era diferente.
Con 22 años, sus padres la seguían tratando como una adolescente de 16. No la dejaban salir, monitoreaban sus llamadas, y si tenía que llenar su tanque iba acompañada de tres guardaespaldas.
Desde que llegó a Inglaterra, difícilmente se ha comunicado con los demás, pero lo ha logrado. Ya sea por cartas, correo electrónico, llamadas, mensajes u otros medios; siempre encuentra alguna forma.
Su padre sabía de la cercana relación con sus amigos de Japón, por eso le propuso algo.
Si se casaba y asumía su cargo en la familia, la dejarían "libre" de cualquier forma y podría volver a Japón.
─¿Cómo puedo estar segura de este acuerdo?
─Porque si lo haces, me demostrarás que eres una adulta capaz de tomar decisiones –afirmó su padre seriamente.
─¡¡Tengo 22 años!! –gritó con ira.
─Gritando no demuestras nada.
Tenía razón. Solo demostraba una conducta infantil y nada madura.
─Voy por un café, lo pensaré mientras tanto –dijo levantándose del sillón y yendo a la cocina.
─No lo pienses demasiado –dijo su madre.
Era momento de asumir su realidad. Si se casaba podría volver a Japón, podría comunicarse mejor con sus amigos, podría ver a Nakeli...
Pero estaba entre la espada y la pared. Hace años sus papás no le habían mentido, el aire de Inglaterra era mejor para ella. Sus pulmones lo necesitaban.
¿Podría Nakeli esperarla por siempre? ¿Ella podría hacerlo?
El amor es como una flor, si no lo riegas se puede marchitar. Debía dejar de ser egoísta y tomar decisiones para ambas.
─Padre –llamó, acercándose nuevamente a la sala.
─¿Qué sucede Ana?
─He decidido casarme y asumir mi cargo en la familia –anunció firmemente.
─Ya era hora.
---Japón---
Las cosas habían cambiado, muchas situaciones sucedieron desde la partida de Anabel.
Riku y Sakura se casaron. Lamentablemente la peli-plata no pudo acompañarlos, pero grabaron el evento para mostrárselo después.
Kentaro y Canna no se casaron, ni tuvieron su final de cuento de hadas. El castaño tuvo que asumir su puesto en la familia Kamijou, y debía encontrar una mujer "digna" o si no escogerían una por él.
Canna comprendió su situación, además el estaría ocupado siendo interno en el hospital, por lo que decidieron que era mejor terminar. Aún así seguían siendo grandes amigos, pero desde hace un año no lograban establecer comunicación por lo ocupados que se encontraban cada uno.
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La historia antes de nuestro cuento (Precuela de Junjou Romantica)
FanfictionSabemos la historia de la pareja egoísta y romántica. Conocemos a Nowaki, Akihiko, Hiroki y Misaki. Pero... ¿y sus padres? Anabel Usami, heredera de la familia Usami. Nakeli Kusama, heredera de la familia Kusama. Cruzaron sus caminos, y es...