El reciente lunes acompañe a mi mamá a ver a una hermana de la iglesia (no es su hermana, sino que se le dice a las hermanas hermana por ser hermanas en Cristo, ok no). Estaba un poco grave en el hospital pero por suerte pudimos verla mejor y pasar tiempo con ella.
Luego de la satisfacción de hacer la obra de caridad navideña, regresamos a casa. Por medio de mi insistencia convencí a mi madre que regresáramos en metro, ya que era mucho más rápido, pero a la vez mas incomodo según ella.
Al subirnos al metro, sentados con mi madre, irradiábamos caridad por nuestros poros. Cuando estaba a punto de elevarme a causa de mi estado, logre percatarme de una chica que estaba sentada en el suelo del vagón, a pocos metros de donde yo estaba. No tenía nada de malo que estuviera sentada en el suelo, aun habiendo muchos asientos a disposición y vacios, pero al distinguirla mejor entendí por qué estaba sentada en el suelo.
ERA UNA ARTISTA. Estaba descalza, tenía su pelo rojo, ropa poco habitual y ojos delineados a pocos centímetros de parecer mujer de la noche. Aunque su aspecto y figura proyectaban locura, no fue lo que más me llamo la atención. Tenía en sus manos un pequeño libro para dibujar abierto, en la parte frontal que daba a mi mirada, había un ave dibujada y pintada a la perfección, sin duda era ella la artífice de dicho dibujo. Aunque el resto de las hojas no se lograba distinguir bien, se notaba que en cada una de ellas había una creación nueva. En fin, aleje mi vista de ella y seguí pensando en lo buena persona que soy al ir a ver a los enfermos, pero fue en ese instante que aquella ARTISTA DEL LAPIZ, hizo que centrará toda mi atención en ella. Descubrí que cada 7 a 10 segundos me miraba en distintas posiciones y luego de eso dibujaba algo en su libro. Repitió la escena por muchos momentos. Luego comprendí que me estaba dibujando. Cada vez más las miradas ya no eran tímidas ni disimuladas, sino abiertamente me observaba para dibujarme en su hoja. Claramente me sentí especial, ¿Por qué tendría que estar dibujándome a mí? ¿Por qué me elegiría a mí para dibujarme si el metro está lleno de personas? Al hacerme esa segunda pregunta recordé que hace dos semanas empecé a full mis ejercicios. Seguramente está dibujando mis marcados brazos, o mi rostro con el perfil perfecto, quizás es mi frente pronunciada tratando de ver en ella la inteligencia que poseo, o puede ser finalmente que este dibujando mis piernas trabajas, o por qué no, todo el conjunto. No quise decirle nada, quería ver como estaba quedando el dibujo pero nunca es bueno interrumpir a los artistas cuando trabajan. Mientras ella seguía, me erguí mas en el asiento, levante mi mentón y endurecí mis piernas y brazos para que el dibujo quedará lo mejor posible, aunque poco duro lo de las piernas ya que me dio un calambre posterior.
Quedando dos estaciones para bajarnos, me acerque a ella en la desesperación de ver mi dibujo terminado. "Hola, disculpa, me percate que me estabas dibujando" (le dije con una voz firme y sonrisa coqueta), "¿Te diste cuenta?" – me dijo un poco tímida. No te preocupes, le dije, entiendo que busques modelos para retratar. De hecho no, me dijo, sino busco personas con muchos defectos ya que estoy trabajando en la pintura y arte abstracta y me pareciste la mezcla imperfecta ideal.
Un silencio incomodo se produjo, y yo rápidamente tome a mi madre y me baje una estación antes de la que correspondía. No estoy dispuesto a pasar por una humillación así después de haber sido generoso con mi prójimo.
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Idealista - Por Un Mundo SIN PERSONAS
HumorUn joven "X" relata sus acontecimientos de días "X" tratando de encontrar respuestas a las muchas interrogantes, injusticias, malos entendidos y sucesos que aun no logra entender por completo. Él busca un mundo mejor a través de empujar los actos d...