Idealista - Por Un Mundo SIN PERSONAS

Mi más sentido Préstame

No ha sido un día fácil. Estoy muerto de sueño y creo que el único culpable es mi corazón que a ratos se empecina en ser bueno y solidario.
Como todos los viernes me bañe, me vestí y me prepare para ir a bailar con mis amigos, luego de despertar de la siesta me di cuenta que el único panorama de día viernes es tener un cita virtual con mi computador, acompañado de interesantes conversaciones por Facebook o Whatsapp con veinte minutos de respuesta luego de los vistos que me dan.
Mientras esperaba respuestas de cinco personas diferentes, comencé a desperdiciar mi vida en el inicio. Debo reconocer que me entretiene sobre todo ver comentarios de mujeres enamoradas, debe ser chistoso escribirle mil te amo en el muro a sus parejas, y luego sentir al lado de ellas el sonido de su notificación, y más divertido aun que su pareja al lado de ellas le conteste: "yo también te amo". Que mal, bueno debe ser por eso que sigo soltero, me falta demostrar más mi amor por medio de las redes sociales.
Mientras seguía bajando vi lamentablemente un comentario de una de mis ex parejas. En realidad no era ella quien escribía, sino un familiar que anunciaba el lamentable accidente que tuvo quitándole la vida. A la vez, invitaba a todos sus conocidos y amigos al velorio que se realizaría en una iglesia evangélica, cerca de la estación central. Lamente mucho la situación, aunque no quiero mentir, no llore ni me sentí mal, sino más bien sorprendido.
Ella había sido mi ex por muchos años. Cuando yo tenía 18 años ella tenía ya 30 años. Comencé a recordar bellos momentos que pasamos juntos y de los muchos prejuicios que tuvimos que pasar para estar juntos. Yo era un joven casi recién salido de cuarto medio y ella ya una mujer independiente. No sé qué cosas le gustaban de mí, nunca lo entendí pero lo que me gustaba de ella era aquel amor imposible que uno siempre quiere vivir. Ella me compraba ropa, pagaba las salidas, me ayudo a pagar mis estudios, y de vez en cuando me daba un sobre con dinero, no mal interpreten las cosas, no era cafiche ni me aprovechaba de la situación, tan solo aceptaba porque entendía que de esa forma ella demostraba el amor que sentía por mí, y como yo le demostraba el mío... bueno... aceptando su ayuda, ok no.

Así que hoy me levante muy temprano por la mañana (como si se pudiera uno despertar temprano por la tarde o la noche) y partí a la iglesia evangélica. Al llegar me sorprendió la enorme cantidad de personas que había. Pero más me llamo la atención la enorme cantidad de hombres y niños de traje que estaban. No sabía a quién darle mi pésame, pues no conocía a su familia. Me acerque al ataúd el cual estaba abierto y presencie por última vez su rostro, rostro que no veía hace ya 6 años. En ese instante sentí mucho dolor, no por su muerte, sino por haber sido yo quien termino con ella y no permitirle que siguiera pagándome cosas para que ella se sintiera bien.
Luego de unos minutos, "el cura" hablando en el pulpito dijo si alguien quisiera compartir unas palabras de despedida. Más de 7 hombres distintos lloraban su partida, todos ex de ella y con quien había tenido hijos, ¡si!, con todos había tenido entre 2 a 4 hijos. Por Dios como tan fértil, menos mal nunca me acosté con ella, aunque me pareciera en esta ocasión que con una simple mirada podría ser fecundarla.
Luego de sus 9 ex que pasaron, pues no sé si habían más y no quisieron salir, decidí salir yo y dije: "Se que muchos aquí no me conocen, pero quiero decir que ella (apunte al ataúd) fue una mujer noble, sencilla, que se preocupaba por su prójimo. Fue una mujer fiel..." Cuando aun no terminaba mis palabras todo el mundo se largo a reír muy fuerte y nadie escucho mi frase terminada. "...fiel a sus arrebatos". Sin entender, me fui de la iglesia cuando todos aun reían. Ya son casi las dos de la tarde y sigo sin entender sus reacciones, mientras pensando me estoy quedando dormido...

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