Querida Abi:
Hoy te vi y te veías simplemente hermosa. Esa blusa marrón sentaba perfecta con tu blanca piel y esos jeans ajustados hacían resaltar la figura de tus hermosas piernas. Además, sostenías las carpetas de tal forma que tu rostro se veía tan dulce e infantil. Solo con verte me das alegría. Quiero agradecerte por existir querida Abi... simplemente gracias.
Atte. A