Querida Abi:
Hoy se te cayeron unas carpetas y yo corrí a ayudarte, las recogí todas por ti y tú me sonreíste y me dijiste "gracias" soy el hombre más feliz porque me dirigiste la palabra, si tuviese que morir ahora moriría feliz porque mi pequeña dulce mujer me sonrió y me hablo.
Atte: A