Querida Abi:
Hoy es nuestra primera cita. Te pedí salir el día martes luego del incidente de la mano, aceptaste enseguida y comenzaste a saltar de la emoción, luego dijiste que te gustaría ver una película. Quedamos de juntarnos este sábado a las 16:00 para ver la película.
Estaba tan nervioso que me puse desodorante tres veces en menos de 10 minutos. Cada vez que lo tapaba olvidaba si me había echado y volvía a colocarme un poco.
Me compré esta camisa solo para esta ocasión. Tuve que robarle dinero a mi padre, ya que él no me da mesada. No creo que lo descubra, de todas formas, estaba muy borracho... aunque si lo descubre no me importa, todos los riesgos valen cuando son por ti.
Estaba tan nervioso, pero todos mis nervios se fueron cuando te vi llegar. ¡Dios! ¿existía mujer más hermosa? Te veías preciosa con esa blusa roja y tus pantalones negros, llevabas el cabello recogido en una coleta baja. Me mirabas nerviosa esperado que dijera algún comentario sobre tu atuendo, pero... me dejaste sin palabras, simplemente eras magnífica.
Compré las entradas y entramos a la sala. Escogiste una película de terror a propósito (no creas que no lo sé) así podríamos estar más juntos con el pretexto de que tenías miedo.
Si te soy sincero, ni si quiera recuerdo de que iba la película porque la mayor parte del tiempo me la pase embobado con tu rostro y cuando creía que la cita no podía ser más perfecta tú me miraste y unimos nuestros labios. Abi, todo fue maravilloso.
Atte: Adrián