Relatos de un corazón sufriente
Tenerte, fue lo mejor que de seguro me ha pasado, sin importar el tiempo que te tuve lo importante es que logre tocar tu corazón, pude haber sido el motivo de una sonrisa por la mañana y la causa de que tuvieras un día alegre. Tomaste mi espíritu de repente y lo enseñaste a bailar, le mostraste lo hermoso que es estar bajo la lluvia, me llevaste hasta las nubes para navegar en el cielo a tu lado, haciendo que todo fuese una extraordinaria aventura.
Sé que suspiraste por mí, así sea una única vez lo hiciste, eso me pone eufórico a pesar de que ya no te tengo, pero cuando lo hice supe como hacerlo.
Ahora saber que te fuiste, por mi propia culpa y lo acepto, tal vez lo merezca. Conociste a alguien más, que te ha envuelto en su sonrisa con una brisa de elogios, cautivandote por completa, haciendo que te sientas inspirada y plena. Me alegra que tú seas feliz, que él inconscientemente acelere tu corazón y te saque un sonrisa. Pero debo admitir que me duele, tal vez exagere, siento una pequeña lanza que atraviesa mi corazón y alma cada vez que alguien o algo me recuerda que estas con él, que él si puede darte felicidad y no decepcionarte como yo lo hice. Tengo envidia, calcome mi piel y todo mi cuerpo, para luego penetrar hasta mis sentimientos y darles un bofeta, dejándolos tirados en el piso llorando mientras se desangran. Me siento completamente entregado a ti.
No rogare amor, es algo despreciable, solo me quedare callado en la oscuridad observando como bailes bajo el arco iris junto a él, sonriendo indefinidamente. Tus cabellos se mueven de un lado a otro durante bailes al ritmo de la melodía de la felicidad, que fluye por tu cuerpo muy suavemente, llegando hasta el lugar más profundo de tu ser.
En mi lugar, disfruto que estés plena y eufórica, alegrandome un poco la existencia, sin embrago, el resto de mi ser se encuentra en ruinas encendidas en fuego, mientras que lentamente unas nubes negras se posan arriba convirtiendo el paisaje ya destructivo en oscuridad y soledad que se puede sentir al solo verla. Me encanta que sonrías y si no es conmigo debo aceptarlo, quizás sea el destino actuando.