Ya he superado todos los recuerdos que causaban en mí un descontralado pesar de tristeza. Andaba por mi camino mejor que nunca, con una serenidad gobernante pues no había nadie quien alterara mi rumbo con su encanto.
Sí, me sentia feliz por dedicar todos mis pensamientos únicamente en mí mismo, el amor de enamorado se había esfumado y queria dejarlo así un buen tiempo... Hasta que la volví a encontrar a ella; una de las cabañas que había visto antes por mi sendero solo que esa vez un dictador sin escrúpulos no le permitía alberga a toda buena persona que necesitara de un techo.
Ahora es diferente, cualquier persona que ha de necesitar su refugio esta lo brindara sin mirar a quien; por fin la han dejado libre.
La primera vez que nos encontramos ella y yo solo pudo ojear entre sus ventanas, para ser testigo del interior más luminoso, sencillo y extravagante a la vez, el mas delicado creado con un amor maravilloso; quede enamorado al instante.
Su puerta que me da paso se encuentra abierta para mí, alegrandome los días pudiendo disfrutar de sus magnificos espacios que por alguna razón brillan más que nunca.
Me la encontre para revivir en mí un intenso cariño que ya le guardaba junto a la pasión que cada segundo con ella me envuelve más.
Nos entendemos de una manera tan singular,
Somos diferente pero al mismo tiempo igual.Somos como el río que cae de la montaña,
Fluyendo tranquilo nadie lo para,
Ella será siempre mi dulce amada.