KAGOME: ULCERA

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Adelante.

-ESCUCHA-

https://www.youtube.com/watch?v=5anLPw0Efmo <---- kagome

ADVERTENCIA.

El contenido de este cap es para mayores de edad, si no eres mayor de edad te pido de la forma más amable que no lo leas.

Los personajes y musica son propiedad de su autor original

GRACIAS



Kagome.

-... así que estaba pensando...

-Que estaba pensando esa cabeza suya.

-¿Ya tienes a los miembros de tu equipo?

-Nah... -contesta Sesshomaru.

Yo lo miro con cara de pocos amigos, esto es típico en él. Casi nunca se toma en cerio las cosas de fuera de la oficina.

-Jaken se hará cargo –dice apretando más su agarre en mi mano, nuestros dedos entre lazados, mirándonos a los ojos mientras caminamos así la entrada principal de la casa de los padres de Sesshomaru.

-Pobre hombre. Ya tiene suficiente cuidando de los niños como para que lo pongas a seleccionar a los miembros de tu equipo de beis bol.

-Se le paga y punto.

Sesshomaru es quien toca el timbre –solo para avisar – abrimos la puerta y vamos directamente a la cocina.

-Hola –dijo cuando entramos a la cocina.

-¡Mami! –grita Kyoya saltando del banco de la cocina, sus pequeños y lindos bracitos me rodean las piernas.

-Kyoya –lo abrazo - ¿y tú hermana?

-Estas fuera con el abuelo.

-¿Y tú que hacías? –pregunta su padre.

-Señor-Kyoya le hace un saludo militar, graciosos -, juego.

-Descanse.

-Sí señor.

-Kyoya, ¡pequeño tramposo, hiciste trampa!, no existe la palabra chocolaterionte –grito un hombre. Sesshomaru y yo nos damos la vuelta y a nuestras espaldas esta mi dolor de cabeza. Inuyasha.

-Oh buenas noches –nos dice él. Inuyasha trae en las manos una libreta y bolígrafo. Parece un poco sorprendido al igual que nosotros.

Bueno y ¿Por qué se sorprendería? Técnicamente tenemos 10% de vida aquí. Si no somos nosotros son nuestros hijos los que están aquí.

Vamos Kagome reacciona, que no note que te está molestando.

-Hola –dijo.

-Hola –decimos Sesshomaru y yo al mismo tiempo.

El silencio reino por un segundo, ninguno sabia que decir y era un silencio incomodo, casi de esos en los que te cachaban con las manos infraganti en algo muy malo. O cuando estás en tu habitación viendo cosas que no deberías en internet.

Y ahí estábamos los tres, un triangulo de miradas. Rodeados de silencio, con miradas a muerte e incomodidad.

¿Cómo podríamos superar esto?

ÁMAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora