SESSHOMARU: REUNION I

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https://www.youtube.com/watch?v=weKJWqw8-3g <---Luis Fonsi y Juan Luis G.



Sesshomaru:

Sábado por la mañana. Son las nueve de la mañana y no quiero salir de la cama.

Entierro mi nariz en el cabello de Kagome, huele a flores silvestres. Y huele a sexo. Estamos durmiendo en posición de cucharita y me encanta la cercanía de nuestros cuerpos. Suelto una de sus manos y acaricio su estomago, rio cuando siento su cuerpo moverse contra el mío.

-Buenos días linda –beso sus cabellos y ella suspira.

-Hola amor –gira su cabeza y busca mis labios -, buenos días.

Nos damos pequeños pico retes, siento como mi miembro comienza a cobrar vida. Golpea contra su espalda baja y ella se remueve más cerca de mí. Esta mujer va hacer mi perdición.

Cada mañana despierto con ella en mis brazos, aspirando su olor y reconfortándome en su calor. Desde que la vi por primera vez, soñé con tenerla así, en mi cama, cuando por fin pude estar con ella, supe que mis sueños eran solo baratijas, la realidad era mucho mejor.

Uno podría pensar que la vida de casado mata el amor. Que se vuelve rutina pero es todo lo contrario. Tal vez sea solo el amor verdadero y fuerte el que se siente como el mío. Amo a mi esposa y rara vez me aburro cuando estoy con ella.

En casa somos un matrimonio que no puede dejarse de tocar, besar y coger en cualquier superficie. Adoro mi vida.

Tengo una esposa magnifica, padres estupendos, hijos que amo más que a mi vida. Mi familia es mi orgullo.

Mi familia política es más de lo que podía desear.

Lamentablemente el abuelo de Kagome nos abandono, la podre sufrió mucho, aun lo extraña y de cierta forma yo también. El anciano era muy parlanchín, pero daba buenos consejos. Mi suegra es una adoración, siempre dándonos alas para seguir adelante. Y mi pequeño hermano, bueno él, siempre esta pidiéndome consejos. Se divierte y yo con él. Si tan solo mi propio hermano menor fuera así como él.

Mi relación con Inuyasha es... bueno, no buena.

-Sesshomaru –Gadea cerca de mis labios.

No pude más y simplemente entre en su cuerpo. Estaba tan cálida y estrecha. Solté un siseo y ella grito mi nombre.

¡Oh santo infierno! Esto es el paraíso.

Amo a mis hijos cuando están en casa, pero amo aun más cuando no están. Así su madre y yo podemos jugar a la casita caliente.

-Kagome amor, joder Kagome –mi voz salía con dificultad. Jadeaba y me sentía tan cerca del orgasmo que casi me sentí como un adolecente. Joder.

-Más rápido Sessho –rogaba mientras echabas las caderas asía atrás para encontrarse con las mías.

-Estas muy mojada Kagome –beso su cuello, las perlas de su sudor.

-Estoy cerca amor –jadea -¿y tú?

Me muevo con más rapidez. No creo aguantar por mucho más tiempo.

-Córrete con migo Kagome, vamos nena.

El sonido de la cama meciéndose, el sonido de nuestros cuerpos chocar, el sonido de nuestras respiraciones y los jadeos, son nuestra sinfonía probada.

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