Llevaba horas metida en ese claustrofóbico coche. Tenía los cascos puestos e iba a lo mio, pero aún así el viaje se me hacía eterno. Ni siquiera podía mirar el paisaje a través de la ventana, ya que los cristales estaban tintados.
Por si no fuera poco, Carlo intentaba sacarme tema de conversación, mientras su amigo me miraba incómodamente.- Tendrás un piso en el centro, no voy a darte nada más. Un par de billetes y te buscas la vida sola.
Refunfuñé en mi asiento.
- ¿Esas fueron las mismas palabras que le dijiste a mamá?
-Tan testaruda como ella. Desde luego eres hija de Casandra.
- Más que tuya desde luego.
- No tiene sentido que estés a la defensiva. -Ni ganas tenía de seguir reprochadole todo lo que había hecho mal.
El coche se quedó en silencio hasta que paró delante de un bloque de viviendas que deduje era el mio. Me abrieron la puerta y escoltaron hacia el ascensor. 4°A ponía en la puerta. Entraron todos conmigo, incluido Carlo.
La verdad es que no estaba nada mal. Todo estaba muy limpio, era todo una mezcla entre vintage y moderno muy agradable. Aunque tampoco era muy espacioso, el salón, comedor y cocina eran de concepto abierto y no había pared alguna. Mientras que el dormitorio y el baño se encontraban en lo alto de unas escaleras flotantes con barandilla de cristal.
- Vale, ya podéis iros.- dije con voz áspera. Más que una invitación era una orden.
- ¿No vas a decirme nada de tu nueva casa?- hice un ademán con el brazo para que se fuera. - No se por que eres tan borde siempre con tu padre.
- Lo siento CARLO, te invito a cerrar la puerta desde fuera.- sonrió de lado y con un chasquido de dedos hizo que sus amigos le siguieran.
Todos menos uno.
- ¿Sigues aquí?- soltó un maletín negro en la encimera de la cocina.
- Tu padre me ha ordenado quedarme contigo para protegerte.- reconocí esa voz al instante, era una de las pocas cosas que recordaba perfectamente de esa noche.
- Tú eres el chico del callejón.
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Asesina por accidente
Mystery / ThrillerMe llamo Aurora Star y soy culpable de un asesinato, yo no quería hacerlo, pero me forzaron. Ahora soy una de las más buscadas, mi vida corre un grave peligro.