CAPITULO 1: Nuestro primer encuentro

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¿Alguna vez te has encontrado en medio de una situación incómoda de la que no puedes librarte tan fácilmente? , Yo en su momento tampoco lo pensé ……

Hoy se  suponía que sería un día tranquilo aunque una visita al mall con tu mejor amiga no sea la mejor definición. Es uno de esos días en los que tu casa es más ruidosa e incómoda que un centro comercial, precisamente hoy mi casa acogería  por toda una tarde de charlas y risas a el resto de mi familia, tíos presumiendo sus nuevas adquisiciones, primos invadiendo tu espacio personal y las adorables tías que no paran de preguntar por tus novios ficticios que según ellas deberías tener, pero vamos….Por una simple chica la humanidad  no  acabara.

 Ahora me encuentro frente a una vidriera, admirando unos hermosos zapatos color piel, con varios ceros ajustados a su precio y un gran letrero indicando la oferta, como si duplicarle el  precio y luego bajarle a la mitad sea una gran estrategia. Y así como esta tienda muchas también se dedican a estafar a chicas descerebradas que está claro que romperían cualquier cochinito para comprarlos. En mi opinión, una cámara  sería más productiva.

Vacilante y solitaria me paseo por el mall, podría caminar con una venda en los ojos y aun así nunca tropezar, vamos…Mi amiga es fanática de este tipo de distracciones, ni hablar cuando termino con su ultimo novio, de hecho ahora que lo pienso, siempre terminamos aquí, yo comiendo helado mientras ella enloquece comprando más ropa de la que ya tiene.

Y se preguntarán ¿dónde está?, ya que fue ella la que me trajo aquí en primer lugar, pues digamos que le ha llegado un mensaje de su nueva conquista y como decirle que no.

Cansada de deambular por  este desastre comercial, decido que es mejor cenar antes de irme y así matar dos pájaros de un solo tiro, evito comer con mi ruidosa familia y calmar los estruendos provenientes de mi hambriento estómago.

 Ya dentro de la feria de la comida diviso una solitaria mesa, lo cual resulta peculiar debido al hecho de que este lugar esta abarrotado,  por lo que corro sin parar hasta alcanzarla, estando frente a esta me doy cuenta de las razones de su soledad, hay refresco derramado por todo el mueble, nada que unas cuantas servilletas no puedan secar.

Muchas franquicias ofertaban su deliciosa comida, en su mayoría cargadas de numerosas calorías, y yo no era una chica de ensaladas y frutas, así que sin mucho pensar me decidí por un King de pollo en Burgerking, el cual aunque a simple vista pareciera muy pequeño, llenaba lo suficiente como para evitar vomitar con los estruendosos movimientos del tren que tomaría más tarde hasta mi hogar.

Sin muchos miramientos comencé a devorar mi sándwich hasta que de pronto alguien se sentó al frente con su elección para cenar, vaya que la gente algunas veces suele ser muy mal educada, un simple “ permiso” hubiese sido suficiente, levante la mirada y solo divise un pelirrubio de rasgos finos, a simple vista un hijo de mami con un ego mucho mayor que el tamaño de sus normas de etiqueta , pensaba más nunca podría decirlo en voz alta, por lo que seguí con mi cena aunque confieso que estaba un poco nerviosa al punto de que mis manos no podían quedarse quietas, sentí que mi garganta quemaba por lo que quise tomar mi refresco pero este accidentalmente callo en la mesa, mi vergüenza se podía oler  a millones de kilómetros de distancia por lo que tome un par de servilletas para limpiar el desastre ocasionado, pero todo se volvió aun peor, al poner la servilleta no medí la velocidad que llevaba por lo que le salpique la comida y parte de su ropa, como si no pudiera ser peor.

-l-lo-lo siento mu- mucho-Por alguna razón mis palabra se quedaban atoradas frente a su mirada desdeñosa.

-  ¿y  eso es todos lo que dirás?..

Oh por dios que más puedo decirle,  en un principio el debió preguntar antes de sentarse ¿que si estaba ocupado?

¿Y? estoy esperando

A Wonderful MeetingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora