Capítulo 10: Amiga al rescate

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Antes de comenzar quería disculparme por estar ausente todo este tiempo, de verdad no quería dejaros así pero acabo de comenzar mi carrera en la universidad y eso me tenía demasiado estresada.

Espero que os guste este capítulo y solo tengo por decir que Phillip querido amigo la acabas de joder completamente

A un lado os dejo la canción que inspiró este capítulo

BESOSSSSSSS

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¿Alguna vez te has encontrado en ese momento en el que sientes una presión en el pecho y lo único que deseas es correr con todas tus fuerzas para liberarlo pero aun corriendo sientes que esa sensación se hace más y más  fuerte, como si tomara vida propia?, bueno algo así sentía yo pero cuatro veces más intenso y doloroso. Luego de las palabras de Phillip Salí de esa casa como una flecha impulsada por un arco,  corrí lo más rápido que pude rogando no encontrarme a ninguna persona ni mucho menos a Rose, me fue fácil salir sin que nadie se diera cuenta ya que todos estaban en el patio hablando de quien sabe qué.

Corrí y corrí con todas mis fuerzas hasta que ya no pude y camine, el trayecto de la casa de Phillip a la mía definitivamente era más largo que cortó alrededor de 20 kilómetros que desgraciadamente tenía que caminar gracias a que no traje dinero y a duras penas tenía mi teléfono en el bolsillo del pantalón porque pensé que él me iba a traer de vuelta a mi casa y no iba a terminar llamándome “chica tonta” diciéndome que me vaya, llegaría al anochecer de eso estaba segura, claro que Rose llegaría en un santiamén con su cuerpo de modelo de Victoria Secret y sin ningún síntoma de cansancio y sudor.

Tenía la intención de llamar a mi mama o a mi papa para que me recogieran pero no es como que les vaya a decir “hola mama y papa, me pueden recoger en la carretera cerca de la estación de gas  por qué Phillip me dijo que me fuera de su casa porque oh claro se me había olvidado mencionarlo pero él y yo no somos novios todo era una broma porque su familia pensaba que era gay y necesitaba acompañante para la cena“. Por lo cual estaba claro que caminaría todo el camino de vuelta. Cuando iba a duras penas a mitad de camino ya los zapatos me estaba cansando de verdad no sé cómo corrí en estas cosas, creo que fue la euforia del momento, así que decidí quitármelas y caminar descalza lo que faltaba de camino, exacto como una indigente, no crean que se me había olvidado de que podía llamar a tara pero para esta hora ella estaría con una de sus nuevas conquistas, la conocía como a la palma de mi mano y si la molestaba se pondría insoportable hasta el final del semestre.

Para mi mala suerte, que en estos días es mucha, el cielo comenzó a ponerse gris y eso solo significaba una cosa: Lluvia lo cual empeoraría las cosas pero me daría una excusa de el por qué mis ojos están tan rojos por tanto llorar, así que acelere el paso lo más que mis pies me lo permitían, pero lo inevitable paso y comenzó a llover y no fue una lluvia pacífica y suave, fue una gran masa de agua cayendo con viento y truenos, a duras penas podía ver el camino lo cual me asustaba mucho, pero definitivamente prefiero el agua al fuego y el miedo a la culpa.

Al fin llegue a mi casa y al entrar estaban mi padres esperándome, mi madre al principio estaba feliz pero al verme su cara cambio a preocupación y la de mi papa igual, decidí ignorarlos, para no contestar ninguna pregunta incomoda y subir las escaleras cuidando de no resbalarme y estar mojada, sin zapatos y de añadidura una fractura en las dos piernas con la nariz rota y punzante. Al llegar a mi habitación cogí un suéter y un mono largo de pijama mi ropa interior y me dirigí directo al baño que estaba conectado a mi habitación gracias a dios, al terminar de bañarme, lavarme el pelo, y quitarme toda la suciedad de mis pies y por supuesto relajarme un poco salí del baño con mi ropa ya puesta, decidiéndome por hacer mi tarea para despejarme.

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