Me encontraba corriendo por los pasillos hacia el despacho de Albus Dumbledore. Scorpius estaba en mis hombros e intentaba mantenerse aferrado para no caerse.
Después de haber finalizado el examen de Historia de la Magia, Harry había tenido un colapso y las voces estridentes habían vuelto a aparecer. Era el momento, Voldemort había metido en la cabeza de Harry una mentira, una ilusión. Salí corriendo del salón, sin prestarles atención a mis amigos. Ellos habían planeado algo para mi cumpleaños, de eso estaba segura, pero no les presté atención y salí corriendo hacia el despacho de Albus.
Después de que Dolores de Cabeza no pudiera acceder al despacho de Albus, el lugar estaba desolado. Miré la gárgola, sonriendo suavemente. ¿Qué habrá hecho Albus para que nadie pudiese entrar? Miré con recelo la gárgola.
– A ver, a ver...
Caminé hacia la gárgola. Puse mi mano en la gárgola y esta se empezó a mover. Muy inteligente, Albus.
Corrí escaleras arriba, entrando al despacho de Albus. Me dirigí a la chimenea.
– ¿A dónde vas a ir? – Preguntó Scorpius, aferrándose a mis hombros mientras yo tomaba los polvos flu.
– A mi hogar, por supuesto. – Siseé, enderezándome. Scorpius sonrió y nos metimos en la chimenea. — ¡Número doce de Grimmauld Place!
Lancé los polvos y las llamas color esmeralda no tardaron en aparecer, nos envolvieron y cerré los ojos. El viaje fue rápido, me mareé un poco pero todo estuvo mejor cuando mi espalda se arrastró por todo el piso. "Mejor".
– ¿Quién anda ahí? – Kreacher gruñó y me escondí rápidamente bajo la mesa de la cocina. – Sé que estás aquí, rata pestilente. Cuando te encuentre...
Salí de mi escondite y me planteé frente a Kreacher. Él abrió grandemente los ojos.
– Ama Artemisa, perdone al tonto Kreacher, él no quiso insultarla...
– Kreacher, ¿dónde está Sirius? – El elfo me miró con los ojos abiertos de par en par. – ¡Por Merlín, Kreacher! ¿Dónde está Sirius?
– Están reunidos, en el comedor, ama...
– Gracias, Kreacher. – Me giré para ir al comedor pero me volteé para ver la chimenea. – Kreacher...
– ¿Sí, ama Artemisa?
– ¿Harry Potter no ha aparecido? En la chimenea, me refiero. – Le pregunté, viéndole directamente a los ojos. El elfo me miró y soltó un chillido, golpeándose con la mesa de la cocina. Abrí los ojos grandemente. – ¡Kreacher! ¡Basta! ¿Por qué haces esto? – Intenté pararle, pero él seguía golpeándose. – ¡KREACHER! ¡DEJA DE GOLPEARTE!
Se oyeron pasos y me giré velozmente, encontrándome con Dora, Alastor, Remus, Kingsley y Sirius. Ellos me vieron sorprendidos, casi boquiabiertos.
– ¿Emi? ¿Qué haces aquí? – Remus se adelantó y me abrazó con fuerza. Kreacher había dejado de golpearse y ahora lloriqueaba.
– Voldemort lo descubrió, Rem. Él sabe la conexión que hay entre Harry y él. Harry tuvo una especie de visión hoy, en medio del examen de Historia de la Magia, se desmayó y todo. Me asusté y vine lo más rápido posible, deseando saber lo que sucedía. Pero cuando le he preguntado a Kreacher si Harry había estado aquí, él ha empezado a golpearse con fuerza y frenesí. Me asusté mucho. – Relaté rápidamente, viendo a todos a los ojos. Me volteé para ver a Kreacher, quien se acariciaba la parte inferior de la cabeza con sus manos. – Kreacher, necesito que seas sincero conmigo, ¿dónde has estado todo el tiempo cuando estábamos en Navidad?
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Artemisa Slytherin y la Orden del Fénix ➁
FanfictionLUMOS... Ser el centro de atención no siempre es bueno. Créanme. Después de enterarme de que era descendiente de Salazar Slytherin, de haber experimentado pruebas mortales y de haber descubierto que tenía unos extraños poderes que heredé de un saco...