prologo

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En un condomonio existe un bosque un tanto peculiar. A pesar de la construcción, este no fue destruido, todos se preguntaban el porqué más el dueño nunca daba una respuesta "lógica".

Hubo un tiempo en que hasta habían guardias; los residentes creían que era para proteger el bosque de que fuera contaminado; sin embrago, la verdadera razón es que vigilaban para que nadie se atreviera a cruzar la valla y se adentrara en el bosque. ¿Por qué?

Mason siempre se preguntaba esto. Desde hace más de quince años había estado viviendo ahí, y siempre tuvo la armonía de cruzar esa valla y descubrirlo por si mismo.

Pero no podía, no podía meterse en problemas; después de todo, debía ser el ejemplo de la familia Scott. Una de las familias más adineradas del lugar.

Él no era egoísta, al contrario, le encantaba compartir lo que tenía con los demás. Sus padres lo hacían por conveniencia, el lo hacía por amistad; sin embrago no todos pensaban lo mismo, los que causaba desconfianza por parte de los demás, y terminaban alejándose de él.

Lastimosamente ya se había acostumbrado.

Pero eso no le quitó su personalidad, y mucho menos su curiosidad, así que un día, en un momento de desesperación, tomó sus cosas en intentó cruzar la valla.

Un error.

Apenas al toparse en esta, le dió un shock eléctrico, lo que causó que se desmayara por un tiempo. Al despertar, seguía confundido "por eso habrán quitado los guardias", se dijo mientras dudaba en si acercarse de nuevo o no.

Lanzó una rama, pero esta vez no le pasó nada; temeroso de acercó él y la tocó, nada pasó "¿Qué?".

Notó que ya estaba anocheciendo, "¿tendrá que ver con la hora?" Al ver su reloj marcaba las seis con un minuto.

Admiró el bosque por un momento mientras pensaba en que hacer, hasta que un tic le hizo volver su vista a la valla; al voltear notó que el generador de energía volvía a funcionar. "Espera, ¡vuelve a funcionar!" Y de un salto se alejó de esta, salvándose por poco de volver a electrocutarse. Por curiosidad volvió a ver si reloj: las seis con cinco minutos.

Esperó durante una hora, y volvió a suceder. "Interesante" ya supo que hacer.

Mientras tanto, del otro lado del bosque, una chica y su familia recién se estaban mudando.

Ella es Julie, Julianne Moore.

La familia Moore no era una familia tan adinerada como las de al rededor. De hecho Julie aún se preguntaba cómo habían logrado llegar ahí, ya que su hermano y ella aún estudiaban, con su abuelita eran cinco en la casa... Qué mamá y papá trabajaran no siempre significaba que tendrían de más.

Pero a pesar de eso, no se lo estaba tomando tan mal. Su mejor amiga vivía cerca de ahí, podía salir a pasear, tendría finalmente un cuarto para ella... Y con su hermano, Luke, sabía que pronto harían de esa casa su hogar.

Ella siempre admiró la naturaleza de una forma artística; el como entre sí lograba superarse y tener un equilibrio, le parecía algo muy hermoso e interesante. El tener un bosque casi al frente de su casa le despertaba la curiosidad, quería saber cuál era su historia.

"¿Estás segura? Ambos son muy parecidos, sí, pero..."

"Déjame, aveces los mejores encuentros ocurren en lugares inesperados"


El Punto De EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora