Chapitre 23

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─Repasemos. ─Sherman se miraba al espejo con una batuta en el penhouse de noche y sólo con una vela encendida, cualquiera lo hubiera tachado de loco, y sí. Lo estaba. ─Voy al pasado, descubro cómo llegó al orfanato y veo si es una falla o una versión alternativa. Si es una falla, no podré matarlo cuando sea bebé y tendré que hacerlo antes de que Penny viaje a Alemania, si es una versión alterna, lo mataré en su cuna.


Sherman volvió a verse en el espejo, pero en él, no vio su reflejo, si no a Shy.


─Por otro lado, me suicidaré en el accidente de Allen, pero no sabré si Penny será feliz, antes de hacerlo, tendré que borrar toda la evidencia que tengo, hacer un documento falso bien hecho y...


Sherman paró de pensar.


El único idiota que pudo haber cambiado ese documento falso sin sello, era él.


Llevó sus manos a la cabeza, sí hubo un Sherman del futuro, un Sherman que viajó al pasado y le pidió al señor Peabody que no dijera nada de Allen, aunque le dijo un día después del encuentro en la cabaña de los templarios. Ese Sherman del futuro borró toda la evidencia que Sherman había vuelto a recolectar ahora y falló al sacrificarse por Allen.


"Eso quiere decir que también intentó matar a Allen de pequeño, o descubrió si era una falla" pensó hilando todo en su mente.


Sentía como su corazón palpitaba en su cabeza, empezó a perder el equilibrio y cayó desmayado.


Despertó en el suelo de la mañana del día siguiente.


¿A quién quería engañar? ¿Matar a un bebé inocente? ¿Qué carajo tenía su café ayer?


Sherman optó por otra opción más fácil, volver en el tiempo y preguntarle a Allen sobre su pasado. Dependiendo de su respuesta, podría saber si era una falla o un Sherman de una realidad alternativa.


No pasaría nada si se tocaban, ¿verdad? Al menos tenía que intentarlo.


Sherman viajó al pasado, días antes de que Penny viajara a Alemania, fue al orfanato, pero ya estaba cerrado y mohoso. Después fue a la universidad, pero tampoco lo encontró allí, lo buscó por días, pero nunca lo encontró.


El mismo día que Penny llegaba a la ciudad, Sherman fue a una cafetería cercana a comprar café, pidió un café negro muy cargado y a la hora de pagar, Allen entró a la cafetería.


─ ¡Gutten morgen, Felicia! Lo de siempre.


Sherman volteó a verlo estupefacto, y Felicia también entró en shock, Sherman y Allen iban convenientemente vestidos iguales, y su parecido hizo que todos en el lugar callaran.


─Al parecer todos están muy callados hoy...─Masculló un poco incómodo.


Felicia tomó una foto del momento.


─ ¿Qué sucede? ─Preguntó extrañado, y después volteó a ver a Sherman, que estaba a su lado con la boca abierta.

Sherman et Penny 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora