solo algo mas que leer

¿y si nos cruzamos?

No les pasa que se levantan una mañana Y sin saber porque ni a que viene se sienten, solos?

De repente es como la necesidad de sentirse querido, de compartir tu vida, de tener a otra persona sentada contigo ahora mismo mientras lees este escrito

Aveces me pregunto a mi mismo ¿si sera culpa mía el no encontrar a otra persona ?

Porque no lo entiendo, no se ¿que hago mal?,  me la paso buscando gente que en teoría debería encajar a la perfección, que tengan las mismas aficiones, que vivan cerca para verla más amenudo, que tienen sueños y aspiraciones muy parecidas a las mías, no se que...

que en definitiva nos guste las mismas cosas y en teoría deberíamos ser compatibles

Y sin ser hipócrita, antes de conocer profundamente a alguien , primeramente ves el exterior, la apariencia y por mucho que lo negamos en público y socialmente quedé muy bien decir que la belleza está en el interior y no debería importarles...

al principio no conoces a esa persona y el físico es lo primero que ves y es normal sentirse atraído y te guste por fuera.

En realidad no pido tanto sólo buscó compartir mi vida con un ser humano que piense igual que yo pero bah, a quien intento engañar?

Aún así por mucho que pienso y siento, que todo es perfecto, al final nunca siento química de verdad con esa persona...

Y sabes ¿porque?

Porque incluso antes de conocer la, sin darnos cuenta ya condicionamos el tipo de relación que tendremos con esa persona, buscar unas características concretas, un físico determinado, una compatibilidad basada en estúpidos test de revistas 

Es como si fueras a comprar el amor en el supermercado y eligieramos la opción que más nos conviene, aunque no siempre sea la que más nos gustaria ¿verdad?

El centrar toda nuestra atención en buscar a alguien que se supone que debería ser perfecta para nosotros, hace que perdamos la oportunidad de descubrir un montón de gente con las que tal vez conectariamos si dejáramos de cerrar puertas innecesariamente ...

Quizás son personas con las que nos cruzamos todos los días pero nunca llegaremos a ver, hasta que nos quitemos esa venda de los ojos, llamada prejuicios