Si fueran fudanshi... [ INCONCLUSA; 2017 ]

ESPECIAL 1K FAVORITOS 1/2

N/A: Les debo una disculpa enorme; de verdad no pensé que la fiesta de Egresados, la entrega de diplomas y los exámenes finales más las salidas, me iban a quitar tanto tiempo. Ahora ya estoy completamente de vacaciones y pienso dedicar cada día a escribir. Tengo varios proyectos tanto como para este fic como para otros nuevos que espero les gusten! uwu ¡Muchas gracias por todos los comentarios y favoritos, siempre me sacan una sonrisa! ❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤❤

Este especial será una recopilación de parejas cracks (lo dividí en dos partes porque se hizo muy largo). Se lo dedico a -_Einsamkeit_- y a Mogegeperver por darme la idea<3

1. Manu y Juli (ChiBol)

Julio caminaba lo más rápido que podía en dirección a la escuela con la cabeza gacha. Las lágrimas se escapan de sus ojos y caían por sus mejillas pero eso no lo detiene y continúa su camino.

Había discutido con Manuel. De nuevo.

Llevaban mucho tiempo de esta manera. Desde que se conocieron, para ser exactos. Su relación siempre había sido así. Siempre se trataron con desprecio cuando en el fondo ambos se apreciaban mucho, siempre se hacían burlas crueles entre ellos cuando en realidad admiraban mucho al contrario de diversas maneras. Y sólo a veces, en año nuevo generalmente, se decían un "Gracias por todo" que en realidad ocultaba un "Te quiero" entre líneas. El problema fue cuando los sentimientos se interpusieron entre su relación y... y nada, continuaron comportándose de la misma manera, obviamente. Con la pequeña diferencia que el arrepentimiento por cada insulto que se decían y el remordimiento por callar lo que en verdad pensaban del otro, era más fuerte y molesto.

Manuel, por ejemplo, cubría todo aquello con extrema indiferencia y un malhumor demasiado notable. Julio, al contrario, usaba rabietas totalmente infantiles y le pegaba pataditas que no le hacían ningún daño al castaño.

Las pelas eran algo habitual para ambos, algo de todos los días. Manuel lo ignoraba o lo trataba con indiferencia. Julio le gritaba para llamar la atención. Manuel le ordenaba que se callara. Julio se negaba. Y ahí comenzaban los insultos, las burlas, las palabras hirientes, las mentiras —Ninguno de los dos pensaba tales cosas horribles. Al contrario, se querían mucho y consideraban que el otro era una persona increíble—. Los pensamientos que pasaban por su cabeza eran siempre los mismos. Manuel sólo puede pensar que su primo menor se ve adorable estando enojado. Pero, claro, eso no iba a demostrárselo por nada del mundo por más que se moría de ganas por pellizcarle las mejillas y apretujarlo entre sus brazos. Pero él tampoco sabía que Julio pensaba lo mismo y que se moría de ganas porque lo abrazara y lo acurrucara en su pecho.

Pero esta vez fue diferente. Se habían dicho más mentiras que de costumbre. Mentiras que lastimaban mucho para así tapar la verdad con ellas. Intentar ignorar el hecho de que alguien los tenía comiendo de la mano y que harían cualquier cosa por él. Y, para ser sinceros, los dos ya estaban hartos de ese sentimiento de remordimiento e impotencia consigo mismos. Querían decir la verdad, querían confesar todo lo que callaban y todo lo que sentían por el otro; decirlo de una vez y quitarse ese peso de encima.

Pero como eran unos cobardes y no podían decir la verdad, gritaban mentiras para que su alma permaneciera callada.

Y fue el alma de Manuel la que más verdades tenía para decir. Y también fue Manuel quien más mentiras gritó.

El chileno habló de más, claramente. Hubo silencio por un largo rato, en el cual ninguno de los dos dijo palabra alguna y no se miraron ni a los ojos. Hasta que Julio se giró sobre sus talones, caminó lejos suyo y dobló en la esquina, desviándose para alejarse de él. Manuel quedó estático en su lugar, mirando hacia donde el moreno se había ido. Sin poder creer que había sido tan tonto como para decirle eso.