Capítulo XIV: Francis

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N/A: Llegó el tío Francia, señoritas y señoritos~

Capítulo XIV: Francis

Tío Francis estaba de visita en Latinoamérica, espiando a sus sobrinos con orgullo. De vez en cuando solía hacer eso para ver cómo estaban y asegurarse que se encontrarán bien.

Primero empezó por el sur. Espió a Julio, Manuel y Sebastián. Los cuales estaban en la biblioteca pública. El chileno sentado al medio sobre un cojín, al estilo indio, con una libreta en manos y leyendo en voz alta; los otros dos estaban sentados justo en frente suyo, escuchándolo atentamente. Cuando Manu terminó de leer, alzó la mirada hacia los demás, rojo hasta las orejas y con las manos temblándole de los nervios.

—¿Q-Qué les parece? —se anima a preguntar en un hilo de voz.

—¡Me encanta! —chilla Sebastián, brillando fuerte.

—¡Es el mejor capítulo de todo el fanfic! —Le sigue Julio, igual de emocionado—.¡Eres muy bueno!

—¡El mejor!

Manuel se sonroja aún más e intenta esconder su amplia sonrisa detrás de la libreta, avergonzado pero feliz por los cumplidos sobre su escritura. Seguidamente coloca la libreta en el medio de los tres; Sebas y Julio se acercan, cada uno con un lápiz para ayudar a Manuel a editar el capítulo. Sebastián le ayudaba con los modismos argentinos y uruguayos, y Julio le ayudaba con los modismos paraguayos —los cuales hasta conocía más que los suyos propios de tanto pasar tiempo con su novio—.

Francis seca una pequeña lágrima de su mejilla, orgulloso de que esos tres estuvieran trabajando juntos para hacer fanfics gays.

Decide salir de debajo de la pila de libros y almohadones donde estaba escondido, asustando a un grupo de niños que estaba leyendo cerca suyo. Pues sí, no se le ocurrió mejor escondite que ir a la zona infantil de la biblioteca. Nadie buscaría a un pervertido ahí.

Se dirige a vigilar a sus demás sobrinos, esta vez yendo hacia Francisco, Luciano y Pedro. Debía admitir que era de quienes más estaba orgulloso. Especialmente de Pedro. ¡Él había dejado de lado sus estereotipos de macho para admitir que shippeaba loca y obsesivamente a una pareja gay! Bueno, no lo admitió del todo. Pero sí lo suficiente como para aceptar las invitaciones de Pancho y Lu a sus extrañas pijamadas donde buscaban una película homosexual en la cual los actores principales de esta fueran un rubio y otro castaño para luego debatir si Manuel y Martín encajaban en dicha situación. También planeaban sus próximas misiones espías. Ahora Pedro tenía con quién usar sus Woki Toki. Y ahora Pancho y Luciano tenían a alguien serio —o al menos que fingía ser serio— para que los guíe.

Francis sonríe ampliamente, recostándose sobre la pared de madera. Para su mala suerte, colocó demasiado de su peso en la "pared" y el armario donde estaba escondido dentro, se cayó. Por la ventana.

Los siguientes a los que fue a visitar/espiar fueron Daniel, Martín y Miguel. El rubio y el castaño estaban mirando fijamente al moreno, el cual traía unos auriculares puestos y mantenía la mirada fija sobre la grabadora que estaba conectada a sus audífonos. Al cabo de unos segundos, se quitó los cascos y alzó la mirada hacia los otros dos, serio.

—¿Y entonces? —Daniel se atrevió a hablar.

—¿Qué decís, chispita? —Martín se acercó un poco.

—Digo que... —responde Miguel, despacio y manteniendo la expresión pensativa y neutral en su rostro—. ¡Fue el mejor audio de sexo que escuché en mi vida!

—¡¿Los shippeas, entonces?! —Se emociona Daniel, dando un saltito sobre su lugar. Por otro lado, el argentino lo miraba atento, ansioso por la respuesta.

Si fueran fudanshi... [ INCONCLUSA; 2017 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora