Un beso verdadero puede ser tan mortal como la mordida de un vampiro, pero a quien le importaría morir tras sentir la pasión de un amor puro y sincero.
Ya ha pasado mucho tiempo desde que empezamos con las clases, ahora parece esto más una escuela que una casa llena de vampiros, brujas, demonios, seres de las profundidades de la oscuridad. Tenemos un nuevo maestro, bueno más bien una nueva materia añadida a la primera que tuvimos. Farart, muy buen maestro por cierto; él nos enseña como poder controlar nuestros poderes o por lo menos descubrir que poder tenemos, ya que por mi parte sólo sé que puedo controlar el dolor sólo de los vampiros, los humanos son inmutables a mi poder, pero Farart dice que descubriré otros poderes que me ayudarán a combatir contra ellos.
-No sé porque piensas que realmente existe ese cuate que según tú, te hace el amor.- como odio que lea mi mente.
-¿No te ha dicho muchas veces William que no puedes leer los pensamientos de las demás personas sin su consentimiento?, sabes que me enoja mucho que leas mis pensamientos, no tienes por qué hacerlo.
-En realidad ya no eres humana, eres un vampiro, y definitivamente si pensaras menos alto, no tendría que escuchar lo que piensas hasta mi cuarto.- definitivamente es un grosero.
-Ya tortolitos, déjense de demostrar su amor, que por eso después se quedan juntos.- Farart se reía a carcajadas por el comentario que acababa de hacer.
En ese instante los dos hicimos una mueca de desaprobación hacia el comentario de Farart, pero ninguno de los dos dijo algo. Solo nos fuimos a sentar cada quien a su lugar y en toda la clase no nos volteamos a ver.
-Ahora si no se escucharon las participaciones de ninguno de los dos, ¿Qué les pasa?- pregunto Farart.
-Nada, solo que no tuve nada que comentar en esta ocasión, dije excusándome de mi actitud de poca importancia en el tema.
Vladimir solo se levantó de su asiento. – ¿Ha terminado la clase?- pregunto. Farart afirmo con la cabeza y Vladimir salió de la habitación en la cual nos encontrábamos.
Realmente su actitud me llegaba a molestar en ocasiones, pero Vladimir sus motivos tenía y al parecer eran muchos.
Salí también de la biblioteca, estaba cansada de estar todo el día de clase en clase. Tanto aquí, como en la universidad, bueno ya después de casi un mes de no haber ido, al parecer mi enfermedad si fue grave porque todos en la escuela me preguntaban cómo seguía y que en el hospital a nadie dejaron pasar a verme. Vaya, yo no estaba enterada de todo eso, pero bueno siguiendo el papel ya otorgado, seguí con la gran farsa, en cuanto a mi madre, el viaje estuvo bien, cansado porque no nos dejaban parar y tampoco hablar con nuestros familiares, pero dentro de todo, muy bien.
Entre a mi cuarto y alguien permanecía acostado en mi cama, mis sentidos se pusieron en alerta y mis colmillos surgieron de inmediato.
-Tranquila, solo quiero hablar contigo.- esa voz yo la conocía, pero ¿De dónde? -¿Qué ya no sabes quién soy? ¿Tan rápido te olvidas de mi voz? Si acabamos de estar juntos.
Maldición, ni mi súper vista me dejaba distinguir a aquella figura. Cuando de repente con su velocidad vampírica se acercó hasta donde yo estaba, me tomó de los hombros y me beso, con tanta pasión, que podría jurar que esos labios ya los había probado antes (Bueno o al menos en un sueño).
Antes de que pudiera abrir los ojos, él ya se había marchado. Vaya cosa y nada me daba una pista de quien se trataba. (O por lo menos yo no podía recordar).
Toda la noche metida en mi ataúd, no pude dejar de pensar en eso. Me estaba volviendo loca, que digo loca, ¡Desquiciada!. Se hizo eterna la noche, nunca tanto como cuando era humana.
Amaneció, ya quería salir de mi ataúd, era hermoso. Como me encanta el morado, el rosa y el negro, William me regalo un ataúd fantástico.
Hecho de madera de pino, revestido con un forro de tela de gamuza color morado. Por fuera la madera era de color negro brillante con detalles finos de diferentes runas egipcias. Realmente era hermoso y aún más, majestuoso.
No pude descansar en toda la noche, sé que los vampiros no dormimos, pero en ciertas ocasiones descansamos, eso ayuda que nuestros sentidos de agudicen y estemos alerta, pero en esta ocasión yo no pude descansar y aunque seas un vampiro se nota cuando no se ha descansado lo suficiente para recobrar las fuerzas necesarias para defenderse de un ataque.
El día paso lento, primero la universidad, todavía no me acostumbraba a tener tanta compañía humana rodeándome constantemente. Ir de clase en clase, tratar de poner atención, no vagar con los ojos abiertos y que todo mundo te interrogue, preguntándote que es lo que te pasa.
Después ve a las clases vampíricas, tópate con tu compañero de clase, el indeseable, y con la mirada más rara de tu maestro y creador.
Realmente, ese no era ni mi día, ni mi noche. Terminó de nuevo otro día, siendo vampira transcurrían a un más lentos los días, pero quien nos entiende, cuando era humana, sentía que mi vida pasaba en un abrir y cerrar de ojos, y ahora que tengo la inmortalidad en mi poder, desearía que esta transición pasará con más agilidad.
Nunca lo vas a encontrar, aunque seas una vampira, nunca llegará a existir... ¡Esa maldita voz!
-Empezaremos la clase. Hoy sabrán sobre el origen de las leyendas de los vampiros. Desde el principio de los tiempos, las leyendas de vampiros se extendieron por la faz de la tierra, pero su señal distintiva no es comparable a la de otros monstruos extraordinarios, bueno desde el punto de vista de algunos humanos. Desde la Clásica Grecia, hasta nuestros días se conoce la leyenda nacida en la antigua Persia. El registro documentado más antiguo sobre la existencia de los vampiros es un vaso con el dibujo de un hombre luchando contra una extraña criatura que intentaba succionarle la sangre.
Más tarde, los mitos babilónicos incorporaron una extraña deidad que se alimentaba bebiendo la sangre de los niños, (su nombre es Lilitu o Lilith), y de acuerdo con los extraños textos hebreos, (Lilith) fue la primera mujer de Adán, a diferencia de lo manifestado en el ATB (Antiguo Testamento Bíblico), debido a su torpeza, abandonó a su marido y se transformó en la Reina de los Demonios y de los Espíritus Malvados.
En china, durante el Siglo VI A.C., se encontraron resonancias de la transformación cultural persa y hebrea, los mismos antecedentes fueron hallados por antropólogos en India, Malasia, Polinesia, las tierras de México y en muchos otros países.
-¿Enserio encontraron datos relevantes de la existencia de los vampiros en México?
-En efecto, de acuerdo con la mitología Azteca, la ofrenda de sangre de jóvenes víctimas a los dioses garantizaba la fertilidad de la tierra, pero, aunque éste sea otro antecedente, las clásicas historias de vampiros se originaron en la cuna de la civilización Europea y los antiguos griegos comenzaron su gesta.
Así como en la mitología Azteca existen dioses bebedores de sangre, también los existen en otras mitologías, como la griega y romana, conocidos como Lamiae, Empausae y Striges. Sus nombres fueron históricamente vinculados con el de las brujas, demonios y vampiros, pero estos vampiros, aunque bebían sangre humana, eran sólo deidades y no "muertos-vivos", más bien se trataba de divinidades capaces de adquirir apariencia humana para poder seducir a sus víctimas. Con el paso del tiempo y el aumento de popularidad del Cristianismo, el valor simbólico de la sangre se incrementó. La comunión del Espíritu Santo, que incluye beber el vino (Símbolo de la sangre de Cristo) y comer el pan (Alegoría de su cuerpo), hizo cobrar incomparable relevancia a este fluido vital. Además, durante el siglo XI las brujas y los médicos prescribían sangre de vírgenes para curar enfermedades.
-Interesante. En definitiva. Dijo Vladimir, eso realmente me impresionó.
-De acuerdo, esto ha sido todo por el día de hoy, vayan a sus habitaciones, descansen y nos veremos mañana a primera hora.
-¿Pero por qué? Pregunte. Pero si mañana es sábado y eso de levantarme temprano los sábados nunca me ha gustado. Dije con cara de puchero y descontento.
-Lo siento, pero William es el que ha dado esa orden. Nos vemos.
Salimos de la biblioteca y cada quien se marchó a su habitación.
-Estoy muy cansada. Me acostaré en mi ataúd.
ESTÁS LEYENDO
La Transformación. [EN EDICIÓN]
Novela JuvenilBliss ha descubierto después de casi cuatro años de haberse alejado de las personas que conocía, de sus amigos y ex compañeros de la preparatoria, que ya no es la misma. Ya no piensa de la misma forma que antes, se viste diferente, se ha pintado el...