Capítulo 5. Rosanne Revoj.

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La tía Rosanne Revoj, una mujer que se la paso casi toda su juventud buscando al amor de su vida, pero en un vampiro, una de las mejores brujas de la familia, brillante mujer, pero con una obsesión con los vampiros. Defraudo tanto a la familia por haber permitido que un vampiro la convirtiera y por consiguiente perdiera parte de la magia de la familia, ya que era una de las herederas de todo el poder, hasta que paso eso.

Del otro lado de la familia, siendo mi madre su prima paso más o menos lo mismo, la única diferencia es que no se convirtió en vampiro y tuvo un hijo con dicho vampiro. ¿Cómo es que se eso?, bueno eso me lo contó mi tía.

Al día siguiente ya me podía mover un poco más, pero aun me dolían las heridas producidas por el ataque de aquel enorme vampiro. 

-¿Porqué es que mis heridas no sanan rápido como las de los demás?.- Pregunte a la que me había dicho que era mi tía.

-Hola mi niña, espero y no te moleste que te diga así, ya que ayer cuando Carlos te dijo así pensaste que no eras su niña y que por eso tenías un nombre.- 

Sabía que apenas me estaba despertando, pero ¿Cómo sabía eso?, tonta ps si es un vampiro ese debe de ser su don, el poder leer la mente.

-No para nada, no me molesta, solo que con él es diferente, tu dime como quieras.- Dije mientras trataba de incorporarme en mi cama.

-Y bueno contestando a tu pregunta, no puedes sanar tan rápido tus heridas por que no has bebido sangre humana, esa es la que te da la vitalidad y la fuerza para incluso dar una mejor pelea que la de ayer, pero no le digas al Señor Gabriel que te dije eso.- Dijo mientras me acercaba un vaso con sangre animal, ya detestaba ese sabor tan insípido.

-¿Puedo preguntarte algo más?.- Dije mientras tomaba entre mis manos el vaso de sangre.

-Claro mi niña, pero creo saber que es lo que quieres saber.- Dijo acercando una silla a la orilla de mi cama y tomando asiento.

Ya no hice mi pregunta y solo me quede esperando a que empezara con su historia.

-Bueno yo soy una prima lejana de tu madre, pero muy lejana ya que nací en 1694 y me convirtieron en 1715, bueno decidí ser vampiro en 1715, pero vamos por pasos. El linaje de nuestra familia es totalmente de brujas, pero existen ciertas reglas que no se pueden romper, como por ejemplo el perder tu magia por convertirte en vampiro. 

Creo que esa es la mayor de las reglas que no se pueden romper, que es acabar con una parte del linaje de magia en la familia. Pocos se atreven a abandonar la magia que los ancestros les otorgaron y mueren siendo felices, pero yo no me podía perder de momentos como estos, yo quería seguir viviendo y cuando lo encontré a él, sabia que era el momento de ser feliz y por eso decidí ser vampiro y dejar mi magia a un lado.- Dijo emocionada al recordar como fue que se convirtió en vampiro.

-¿Mi madre sabe de tu existencia?.- Pregunte con fuerzas suficientes para salir de la duda.

-Todo el linaje familiar sabe de Rosanne Revoj, la heredera que le dio la espalda a su familia y a todo el clan de brujas. Excepto tu querida niña, que no supieron llevarte por el camino de la magia por miedo a que destruyeras al mundo de los humanos y ahora será peor, ya que te convertirás en un híbrido.-

¿Y cómo era eso posible? si se suponía que cualquier bruja transformada en vampiro perdía automáticamente su magia y, ahora mi tía lejana me decía que sería un híbrido, ¿Pero un híbrido de qué con qué?, así que lancé la pregunta, pero ella ya sabía con que responderme.

-Creo que es momento de que hables con Luis, él te dará la respuesta que estas buscando.- Dijo para luego marcharse y dejarme con la duda.

Transcurrió el tiempo y el sueño se apoderó de nuevo de mi cuerpo, haciendo que entrara en un profundo sueño y los recuerdos del pasado regresaran de nuevo.


Sueño profundo...

Corría por un pasillo muy largo, estaba oscuro y sentía mucho miedo, la sensación de que alguien me perseguía era constante, pero el miedo nunca me ha paralizado, siempre he podido sobrellevar esa sensación. Por fin llegué al final del enorme pasillo y, a un costado de la enorme puerta se encontraba mi tía Rosanne, con el rostro lleno de sangre y los ojos rojos como la misma. 

Me tomó con su mano ensangrentada y me llevó a través de la puerta, mi mano podía sentir como la sangre de su muñeca escurría sobre la mía y la sensación no me era desagradable, al contrario me daban ganas de acercar mi lengua y lamer un poco de esa sangre que escurría.

-Cuando lleguemos con el amo, podrás beber toda la sangre que desees.- Dijo mientras me seguía sosteniendo de la muñeca.

Llegamos al frente de una habitación muy grande, parecía un salón de fiestas y, alguien de la nada apareció sin dar aviso.

-Bella princesa, es hora de que se preparé para el día más importante de su vida.- Dijo mientras avanzaba frente a nosotras.

-¿Qué evento importante?.- Pregunté a mi tía Rosanne.

-El día de tu boda, pequeña.- Dijo sin titubear.

Y yo así de ¿Cómo fue que pasó?, ¿Con quién?.

-¿Con quién me voy a casar?, ¿Y porqué ese señor me dijo princesa?.- Pregunté de nuevo a mi tía.

-En realidad mi niña, tu eres la heredera al trono que tu padre dejo ya hace unos años. Tu madre nunca quiso que lo supieras para que no se activara tu parte vampiro, pero es la verdad.- Dijo tan convencida que mis recuerdos empezaron a caer como gotas de agua en el pavimento. -Por cierto tu prometido ya ha sido elegido desde antes de que tu nacieras, su nombre es Carlos Acosta.

-¿Y ese quién es?.- Pregunté.

-Ya lo conocerás, pequeña, ya lo conocerás.



La Transformación. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora