Tonta culiá. » Shawn Mendes✨ CANCELADA

¿Qué te pasa, perkinazo?

—Pero papá... Sabí que me carga la carbonada —le regañó el Shawn a su papá.

—¡Déjate de alegar, pendejo weon! —lo retó, luego se acordó que yo seguía ahí y puso cara de arrepentimiento—. Ay, perdóneme, Canelita.

—No importa, tío.

Era simpático el papá de el Shawn. Al menos conmigo y su hija, con el Shawn era más pesao.

—Papá, me prometiste que íbamos a comer completos. Pensé que habías ido a comprar el pan de completo... —dijo él decepcionado.

—Yo no dije ni una wea. Yo fui a comprar marraquetas porque a Aaliyah le gusta untar en la sopa.

Qué incomodo.

—¿Por qué eres así? —lo miró triste.

El papá de Shawn suspiró, sacó unas lucas de su bolsillo y se las pasó.

—¡Ya vayan a comprarse sus weas de completos!

—Gracias, viejo, te pasaste —le agradeció.

—Gracias, tío —agradecí.

******

Cuando llegamos a Pancho el Coqueto (el lugar donde venden completos) estaba caga de hambre.

En realidad el local Pancho el coqueto era muy chico –era de estos lugares donde no habían mesas, solo una barra y algunas sillas –, además Francisco (el antiguo dueño de esta wea) había muerto hace algunos años, ahora lo atendía su señora. Aun así era la raja y era la picá que teníamos con el Chon.

Nos sentamos y nos atendió la tía Rosa.

—Tía, disculpe. ¿Dónde hay un baño?

—Ay, Chuansito... Va a tener que pasar a mi casa —se dirigió a su nieto, quien la ayudaba a atender el local —Felipe, indíquele, por favor.

Mientras el Shawn meaba yo pedí dos completos y una esprait.

—¿Cómo le ha ido en el colegio, Canelita? —preguntó de repente.

La tía Rosa era súper simpática con nosotros, siempre nos miraba con ternura. Si en el fondo la vieja nos shippeaba.

La única que nos shippeaba.

—Bien —respondí sonriendo.

Como la corneta...

Me pasó los completos y esperé a que el Shawn llegará. Porque soy educada y espero antes de comer.

Cuando el Shawn llegó se sentó a mi lado y le pasé el completo.

—¿Me estai weando, Canela? —se quejó.

—¿Qué te pasa, perkinazo?

—Tiene tomate la wea.

Chucha, verdad que a este gil no le gusta el tomate.

—Sorry, se me olvidó.

—¿Sobró plata?

—Doscientos pesos.