La vida sucede (LIH#1)

Capítulo 56: Navidad diferente [PT. 1]

Lexie se encontraba en casa de Gianluca, estaba sentada en su cama con las piernas recogidas y envueltas por sus brazos mientras miraba un punto lejano. Él estaba a su lado sin decir una palabra, por primera vez no sabía qué decir.

Las medidas que tomó el colegio para solucionar el problema que había, dieron resultados y a los pocos días Cielo volvió al colegio, todo estaba mucho mejor y pudo terminar muy bien su año escolar. Por otro lado, en la última visita al médico todo se volvió a ir abajo una vez más. Faltaba casi una semana para Navidad y Cielo parecía ir empeorando, después de casi ocho meses de tratamiento no estaba mostrando el progreso que debería y sus defensas estaban cada vez más bajas. Lo único bueno que se pudo rescatar de todo eso fue que los exámenes no mostraban metástasis, lo que quería decir que su cáncer no había migrado a ningún otro lugar de su cuerpo.

Ella ya le había contado todo eso a su novio antes de volver a su antiguo estado de shock y él no sabía cómo preguntar algo más sin que pareciera inapropiado por lo que solo se acercó y la abrazó, eso pareció hacerla volver al mundo real.

—¿Has oído hablar de la terapia inmunológica? —preguntó Lexie en un susurro y lo miró fijamente—. El médico lo mencionó como una opción ahora que terminó con la quimioterapia pero no lo sé, quería hablar contigo para saber si la conocías.

—Es bastante reciente pero he leído que ha tenido muy buenos resultados, un estudio muestra que un noventa y cuatro por ciento de los casos entró en remisión —él vio una mirada esperanzada en ella y no quiso crearle falsas ilusiones—. Pero ojo, eso quiere decir que los síntomas desaparecieron pero no necesariamente la persona esté totalmente curada. Para eso hay que seguir recorriendo un largo camino.

—¿Pero puede funcionar?

—Según los estudios, sí. No puedo asegurarte muchas cosas ya que no es mi área, solo puedo decirte que es una buena opción y la verdad no pierden nada con intentarlo, pero obviamente la decisión al final es tuya y de Nick, deberían conversarlo y decidir lo que crean que es lo mejor.

—Igual necesitaba saber qué opinabas de eso, estás mucho más entendido en estos temas que nosotros, por más que me paso las noches enteras investigando sobre la enfermedad de mi hija siempre hay cosas que paso por alto u olvido.

—Es normal, deberías dormir un poco ahora, estás muy cansada. Prometo que te despertaré en un par de horas y te iré a dejar a casa.

—Este ha sido el peor año de mi vida —suspiró, realmente estaba agotada—. Lo único que me hace soportar todo es haberte conocido y que Adán me haya perdonado por lo de la separación.

—Las peores cosas son las que nos hacen más fuertes, no te olvides que aún quedan cosas por hacer, hoy en día hay muchas opciones para combatir el cáncer. Solo debes aguantar un poco más, ser fuerte como sé que eres, Cielo es una guerrera y su madre también, esa es una de las cosas que más me gustan de ti.

—Te amo.

A Lexie la tomó por sorpresa su propia confesión, ni siquiera se había dado cuenta de en qué momento se había enamorado de Gianluca pero esas dos palabras salieron de su boca sin que siquiera las pensara antes. Así de sincero era el amor que sentía, una persona como ella, con miedo a volver a ser lastimada, había sacado esas palabras desde el fondo de su alma, porque lo amaba de verdad, porque ese hombre se había ganado un lugar en su corazón desde mucho tiempo atrás y tardó meses en darse cuenta.

—¿Qué dijiste? —preguntó él, aún sin poder creer lo que estaba escuchando.

Lexie enrojeció y se sintió nuevamente como una quinceañera, ¿y si él no sentía lo mismo? ¿Y si se apresuró mucho en decirlo?