Capítulo 65: Amistades extrañas

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Lexie dejó sobre la encimera el cuchillo que tenía en la mano y se acercó a su ex esposo con expresión preocupada, muy pocas veces lo había visto así.

—¿Estás bien? —se dio cuenta de que fue una pregunta tonta pero continuó—. ¿Qué pasó?

—¿Por qué lo dices?

—No te hagas el desentendido conmigo, se te olvida que te conozco desde los catorce años y sé identificar tus expresiones cuando algo te pasa mejor que nadie.

—No es nada, Lex.

—¡Dios! —exclamó al recordar la pequeña conversación que tuvo con su hijo un rato atrás—. Es increíble, son iguales, idénticos.

—¿De qué hablas?

—Adán y tú, piensan que diciendo un «no es nada» o un «no te preocupes» me voy a quedar tranquila siendo que los conozco como a la palma de mi mano y se nota a kilómetros que no están bien. Ahora, confiesa, ¿qué pasó?

—¿Le pasó algo a Adán?

—Nick... —tal como pensaba, el tono que solía utilizar en esas ocasiones también servía con él.

—Hablé con Charlie hace un rato sobre lo de venirme a vivir aquí.

—No se lo tomó bien, ¿verdad?

—Lo que sea que hayamos tenido se acabó, así que creo que ya no importa.

—¿Estás hablando en serio? —él solo asintió moviendo la cabeza—. Lo siento tanto, puedo hablar con ella y aclarar todo esto, hacer que entienda. Lo que menos quería era que esto pasara.

—Ella lo entiende, es solo que no puede lidiar con eso. Es insegura, ¿qué chica de su edad no lo es? Y más aún después de todo lo que ha pasado, se siente utilizada y no la culpo, nunca aclaré qué fue lo que teníamos. Charlie merece más que eso y tal vez no puedo dárselo, al menos no en estos momentos.

—¿La dejarás ir así como así?

—¿Qué más voy a hacer? Ella tiene razón al pensar en que merece más que esto, no puedo hacerla feliz de la manera que necesita y si sigo a su lado solo lograré lastimarla cada vez más. La quiero demasiado como para hacerle eso y además, aunque quisiera acércame y decirle todo lo que siento no me creería, pensaría que lo digo para no hacerla sentir mal.

—Si no te cree, ¿qué estás esperando para demostrárselo con hechos, Nick? Eso es lo que las mujeres queremos, hechos no palabras bonitas. Las palabras se las lleva el viento, los hechos quedan para siempre en algún lugar de nuestra memoria.

—Creo que es demasiado tarde para eso. Nunca le demostré lo importante que era para mí y fui un idiota, ni con hechos lograría recuperarla.

—¡Me desesperas! —exclamó Lexie, esa había sido una de las conversaciones más extrañas que había tenido en toda su vida—. ¡No puedes quedarte de brazos cruzados! Si quieres a la chica, ve por ella, enamórala, recupérala. ¡Haz algo!

—Estoy cansado, Lex. Dudo que soporte otro fracaso en estos momentos, creo que lo mejor es que esté solo por un tiempo y ocupar todo mi tiempo en Adán y Cielo, si estás dejando que me quede aquí quiero aprovecharlo al máximo.

—No creo que alejarse de alguien por miedo a fracasar sea algo bueno pero confío en que te darás cuenta antes de que sea demasiado tarde. Después de todo, eres adulto y en el fondo sabes lo que tienes que hacer.

—Siempre arruino todo lo que tengo, así que supongo que es mejor que me quede solo.

—¡No digas eso! Si te vuelvo a escuchar decir esas palabras me enojaré en serio contigo, todos merecen felicidad y alguien que los ame. Tal vez es Charlie o tal vez otra persona pero no puedes volver a esa etapa adolescente en la que por una mala experiencia amorosa te vas a cerrar para siempre al amor. ¿Qué harás? ¿Te convertirás en el mayor mujeriego de la ciudad? Estás un poco crecidito para eso, ¿no crees?

La vida sucede (LIH#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora