Bloody Painter #1

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Primero que nada, lamento no haber hecho otra actualización antes. Estuve muy ocupada y no entré más a Wattpad hasta hoy. Luego, este shot es muy largo, pero creo que ha quedado bien. Sin nada más que añadir, ¡Disfruten!

***

- Por favor, necesito esto- dijo, del otro lado de la línea. Suspiré. La idea no me atraía mucho, pero...

- Bien, bien. Pero que sea rápido, ¿Sí?- murmuré entre dientes, disconforme. Él rió y no pude evitar sonreír. 

- Prometo que será... breve- dijo, con voz baja. Sentí un escalofrío. A veces Helen podía ser perturbador si realmente se lo proponía. 

- Vale. Estaré en el portón a las cuatro de la tarde- dije y colgué. 

Tal vez, sólo tal vez, esta fuera la oportunidad de poder declarar mis sentimientos hacia él. Desde que éramos niños, siempre había sentido algo por él. Recuerdo que siempre se burlaban de él; era el niño más pequeño y débil de toda la clase. Un niño en especial, Kyle Borrows, solía burlarse del pobre Helen todo el tiempo. Él y sus amigotes veían divertido el hecho de empujarlo, golpearlo y reírse de él todos los días. Un día, decidí que era suficiente. Me enfrenté a aquellos abusones y desde ese día en adelante, Helen y yo éramos amigos.

Sin embargo, algo había cambiado desde hace unos meses atrás...

Helen y yo vivimos en un pequeño pueblito en las afueras de Texas, Estados Unidos. Es tan pequeño, que todos los habitantes nos conocemos entre nosotros. Nuestros abuelos se conocen desde críos, nuestros padres se criaron juntos y nosotros ahora vamos todos al mismo instituto. No hay nadie del pueblo que sea un completo extraño. De hecho, aunque fuese un lugar diminuto, era alegre y siempre para los fines de semana y recesos de verano del Instituto se hacían ferias por la noche en la plaza. Juegos, luces, comida y risas. No faltaba nadie y no había una sola cara triste en todo el festejo. Pero hace unos meses atrás, todo cambió. Nuestro pueblo está rodeado por un gran y espeso bosque, en el que ahora nadie se atreve a entrar siquiera de día. 

Una noche, durante una cena en la casa de los Borrows, ocurrió lo que nadie se esperaba. Cerca de las cuatro de la madrugada, entró un muchacho a la residencia, dispuesto a acabar con la familia. Sin remordimiento alguno, atacó a todos y a cada uno de los que se hallaban allí. Asesinó a sangre fría a todos los Borrows, y según los noticieros y periódicos, le dedicó especial tiempo a Kyle. Casi parecía que le tenía maña, decían todos los medios de comunicación, aglomerados en las puertas de la mansión Borrows. 

Desde ese día, Helen había dado un gran giro. Parecía más confiado, más decidido y, a mi pesar, más siniestro; como si la muerte de su antiguo "acosador" hubiese sido catártica para él. Siendo honesta, a veces me aterraba y me ponía de los nervios. Silencioso como un felino, aparecía sin ser notado en cualquier lado, causando sustos; siempre tenía una actitud sospechosa y parecía más ojeroso que de costumbre. Ahora, de vez en cuando, aparecía con golpes, moratones y cortadas en los brazos, cara y hombros. Comencé a preocuparme por él, pero, con el tiempo, asumí que tal vez no había nada raro en todo eso y que simplemente estaba siendo paranoica y tal vez un poco sobreprotectora. 

De cualquier modo, todos nos adolescentes y niños del pueblo teníamos terminantemente prohibido salir luego de las siete de la tarde, a lo posible llegar a casa antes de las siete. Era como los antiguos toques de queda, pero esta vez en la edad moderna. Negando con una gran sonrisa en los labios, riéndome internamente de mi mal chiste, me vestí con un vestido veraniego, sandalias. 

Dejé una nota en la mesa del living para mis padres. No les pondría que iría con Helen, sino iban a pensar que salía con él. En lugar de eso, les escribí que iría al parque de los Olivos con unas amigas. Dejando la nota, salí rumbo al Instituto. El camino que llevaba hacia él bordeaba el costado del bosque. Era una pena que ahora no nos permitieran entrar; era un lugar bellísimo. Grandes árboles, un lago lejano con agua fresca y cristalina, pequeños conejitos, pájaros de bellos trinos... Una pena, sinceramente. 

Creepypasta (one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora