13. Ebrio

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«Preciosa» fue lo primero que leí en la pantalla de mi teléfono celular al despertarme. Hice una mueca y me levanté de un salto de mi cómoda cama.  Entré a la ducha y luego de unos cuantos minutos de relajarme bajo ésta salí. Me vestí cómoda, y mi maquillaje era como el de siempre, sencillo. No tardé más de cinco minutos en ponerme mi rímel favorito, mis polvos y un labial rosita. Llevaba el cabello suelto y bien acomodado. Tomé mi bolso y bajé a la primera planta para prepararme algo para saciar el hambre con la que había despertado esta mañana.

La casa se encontraba totalmente vacía sin la presencia de mis padres. Tomé una caja con mi cereal favorito y leche del refrigerador. Luego de unos minutos mi plato ya estaba totalmente vacío. Lo lavé y me dirigí al baño para lavar mis dientes y disponerme a ir al instituto.

***

Tres de la tarde y el día estaba simplemente hermoso. Faltaban unos pocos metros para poder llegar a mi casa y relajarme lo que quedaba del día. Al abrir la puerta mi teléfono timbró.

—¿Sí?  —contesté poniéndolo en mi oreja derecha.

—Tess, soy Jeff

—Ah, hola Jeff —respondí sin mucha gana.

—¿Qué tal estás? —dijo con un tono feliz

—Bien, ¿tú? —me limité a decir.

—Bien —contestó con el mismo tono de antes—. Te quería preguntar si quizá tú y yo podríamos hacer algo hoy.

—Claro, ¿dentro de una hora te parece?

—Te veo pronto —cortó.

No me emocionaba la idea de salir con Jeff. Vamos, es un chico guapo, pero definitivamente no era mi tipo. En realidad no sé cuál es mi tipo de chico, pero claro está que Jeff no era mi tipo.

Luego de una hora escuché el timbre haciendo que me sobresaltara. Caminé hacia la puerta y al abrir vi a un sonriente Jeff frente a mí.

—Has llegado a tiempo —sonreí sin mostrar mis dientes.

—Me gusta la puntualidad —se encogió de hombros.

—Igual a mí —y era cierto. No hay cosa que odie más Tess Kahler que la impuntualidad—. ¿Qué haremos?

—Traje unas películas —mostró tres películas que tenía en su mano izquierda—. Podemos verlas en mi casa si quieres.

—Oh no, aquí está bien —le indiqué que pasara con la cabeza y así lo hizo.
Le ofrecí algo de beber y él gustoso aceptó. Calenté unas palomitas de caramelo en el microondas y al cabo de unos minutos ya estaban listas. Me dirigí a la sala con un plato que contenía las palomitas y también los refrescos.

Me senté en el cómodo sofá y comencé a ver la película que había puesto Jeff. No hubo mucha conversación a lo largo de la película. Jeff estaba bastante concentrado en ella y prácticamente ni pestañeaba. En cambio yo la pasé aburrida. Se trataba de una película de acción, cosa que no me gustaba mucho. La mayor parte de ésta la pasé con mi teléfono celular insultando un poco a Kelvin y él siendo un gran bipolar.

¿Qué tal si aparezco en tu casa en este momento?

No creo que sea una buena idea ahora Kelvin.

¿Y eso por qué?

Hay un chico aquí.

¿De verdad Tess? Sabía que a Kelvin le molestaba que hablase con Jeff, fue bastante estúpido haber enviado ese mensaje.

¿Un chico? Espero ese chico no sea quien imagino. Si es así me veré en la molestia de ir a partirle la cara justo ahora.

Hablamos luego.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2016 ⏰

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