El Secreto De Los Elementos

Grandes cambios

Treinta, solo treinta minutos más y este viernes termina, no más instituto, no más tareas (por este fin de semana) no más Katherine, no más personas detestables del instituto, no más maestros y desearía decir "no más Nicolas" pero al parecer no tendré la suerte ni de mencionarlo.

Estaba aburrida -como siempre- con mis codos en la mesa y la cabeza apoyada en ellos, la vista distraida en un solo punto, con la menor intención de ver el pizarrón.

La semana pasó a paso de tortuga amputada, mas lenta que nunca. Después de mi reconciliación con John, fui a casa antes de que mis padres llegaran para visitar a missy y hacer una maleta llena de ropa para la semana; y si se lo están preguntando, si, me he quedado toda esta señana en la casa de Mila.

Ha sido divertido, Julls llega y hacemos tarde de chicas, contamos estupideces, vemos series, comemos lo que hay, criticamos a los que nos caen mal y lo mejor de todo sin nadie que moleste, pero como toda cosa buena tiene que tener su lado malo, y el lado malo de mi estadía en esa casa era Nick, el muy maldito se empeñaba en hacerme la vida imposible en lo que fuera, escondía mis cosas, tomaba lo que fuese sin mi permiso e incluso algunos dias se rehusaba a llevarme y tenía que caminar hasta su casa.

Pero al parecer hoy andaba de un buen humor, oh no, es solo la prostituta que se hace llamar maestra de inglés. Llegó con una camisa blanca en la cual los botones casi ni cubría su piel, juro que puedo ver su sostén desde mi pupitre (y eso que soy de las ultimas filas) con una falda corte lápiz corta y ceñida que hacía ver sus largas y bronceadas piernas.

Y si, esa era nuestra "profesora" una mujer joven que dejaba a todos los chicos embobados. Miré a Katherine, tenía esa expreción de fastidio ¿Y como no? Si la maestra lograba que toda la fama que Katherine tenía de la más caliente y codiciada chica se fuera a la mierda.

Veinticinco minutos. Siento mis codos humedos ¡ah no! Es solo Nick que está llenando toda la mesa de baba.

--Asco-- entablé una conversación sin pretenderlo

--¿Que?--Dijo desconcertado

--Estas inundando el salón, guardate tus babas y pensamientos cochinos

--Eso sería imposible-- arqueé una ceja en modo de pregunta-- Esta buena esa mujer-- sabía muy bien a que se refería, era más que obvio.

--Puerco

--Dejame fantasear--gruñó-- Algún dia estará en mi...

--Lalalala-- canturreé tapandome los oidos

--¿Ocurré algún problema?-- Dijo la zooo... señora, con un inecesario acento seductor

--Ay santo cielo-- dijo Nick con una sonrisa socarrona, estaba apunto de volver a abrir la boca, así que mejor lo corté.

--No-- dije tan cortante que me asusté, recobré la compostura-- No sucede nada, asentí y siguió con su explicacion.

--¿Estas celosa?-- Bailó sus cejas

--¿Y porque debería estarlo?-- aparenté serenidad

Diez minutos, solo diez minutos.

--No losé, eso es lo que tu rostro me muestra.

--Y ahora tu lees expresiones faciales, idiota

--Es facil percibirlo, piojosa-- esa tipica sonrisa suya fue remplazada por un rostro serio, llevé mi vista hacia el punto donde el miraba. Ahí estaba mi hermano lanzando miradas que asecinaban, tonto, si tan solo escuchase la conversación.

--Ignoralo

--Me esta viendo feo, es imposible

--Esa mirada no te matará