No puede.
Simplemente, es imposible.
Inevitable.
Imposible no experimentar en carne propia todos aquellos sentimientos y sensaciones que puntualizan en cada una de las novelas románticas al momento de fijar sus orbes azul cielo sobre ella.
Nunca se ha considerado un aficionado al género de romance en los escritos; sin embargo, durante el último tiempo los relatos de esa índole son los únicos que sus ojos desean leer y su mente imaginar. Todo debido a... ella.
El encanto de ver por primera vez una remota y fulgurante estrella fugaz, se queda corto para asemejar la mágica sensación que lo alberga.
Aun cuando ella se encuentra a varios metros de lejanía, dialogando con la entrenadora del club de baloncesto en Seirin, le es imposible tranquilizar al enloquecido órgano vital dentro de su pecho y detener el cosquilleo que se expande por todo su cuerpo en medio de un escalofrío.
A la mitad de un sutil respiro que deja salir, toma la botella que está sobre la misma banca donde se encuentra sentado y bebe gran parte del líquido en dicho objeto de plástico.
—¿Cuándo le dirás de una vez por todas que te gusta? —cuestiona Kagami, harto de plantear la misma pregunta todas las semanas y no recibir más que una muda y efímera mirada en modo de contestación.
El pelirrojo está sentado a su lado, divisando –al igual que él– el costado opuesto del gimnasio, donde cierta adolescente de largo cabello rubio y ojos oceánicos sonríe incómoda frente a Riko, la misma que gruñe y destaca entre gritos lo frustrante que le resulta estar al lado de una chica de primer año, poseedora de un metro sesenta y dos que supera a su baja estatura de un metro cincuenta y seis.
—Pronto, Kagami-kun —responde Kuroko súbitamente tras un breve silencio, sin modificar la expresión en su rostro.
Su contestación asombra a Kagami y lo hace escupir el agua que acaba de beber. Todo producto del impacto que la última oración del contrario ha producido.
El jugador número once de Seirin anhela confesarle sus sentimientos a la rubia. Ha reunido valor desde su segundo año en Teikō. Desea utilizarlo pronto. Su estómago da cosquillas por el simple hecho de pensarlo.
Pero Kuroko Tetsuya... tiene miedo. Y éste siempre se apodera de él cuando las palabras «me gustas» están a punto de quebrantar su espeso silencio e ir más allá de su mentalidad. El temor, es el principal culpable de estancar aquella frase en su garganta.
Nunca imaginó que todas aquellas historias de amor plasmadas en las hojas de los libros, no eran más que calumnias.
Todas esas falsas fantasías que le construyeron una y mil ilusiones, pronto la realidad las haría caer en picada... hacia el vacío.
✍
Lo siento, no podía seguir con esto en borradores.
Los capítulos serán cortos, máximo seiscientas palabras y las actualizaciones dos veces a la semana (mínimo). En una hora tuve listos los primeros cuatro capítulos.
Por ahora, veamos cómo les va con el capítulo cero.
Espero que les guste, nos leemos luego ✌
¿Kuroko x Oc? Tal vez, quizás, quién sabe...
—I ≠ Z
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FLEETING │ Kuroko no Basket
Fanfiction"Precario/ria: significa algo de poca estabilidad o duración, algo fugaz." No puedo definir mi amor por ti con esa palabra. No puedo; pero sí puedo utilizar tu nombre y ése término en una misma frase. ━ FLEETING │ Kuroko no Basket. Historia Concursa...