Los chicos se han ido y me he quedado sólo con ___, realmente se ve mal pero me digo qué les dijera que estaba bien o nunca sé irían. Después de que se desahogara en el baño se tomó una ducha y ahora está durmiendo.
No tengo nada que hacer, su padre me ha dicho que tome el tiempo necesario para cuidar de su hija, algo que realmente sorprendió a Bryan. Sin embargo terminé aceptado y ahora por nada me separaría de ella, se fue tres días y ya habían pasado dos, desde que la "compre" en el Club, por lo tanto sólo nos quedan dos días juntos.
Me preparo algo rápido de comer y subo hasta la habitación tarareando una canción, abro la puerta con cuidado de no hacer ruido y ___ despierte y entro al verificar que no sé ha despertado. Prendo la televisión y pongo el volumen bajo mientras veo un poco las noticias. Meriendo mí comida cuando un ruido extraño llama mí atención, pongo en mute la tele y verifico sí ___ siguen en la cama, y compruebo que ella no está en está.
Frunzo mí ceño y me paro rápidamente mientras me dirijo hacía las escaleras, nuevamente el ruido se hace presente y ahora se de donde proviene, la cocina. Sonrió al percatarme de qué ___ trata de preparar algo de comida, reviso todas sus facciones para después guardarlas en mí mente, para siempre. Sus caderas se mueven al melodioso sonido que ella produce con su boca, se muerde de vez en cuando el labio inferior en acción de pensamiento, su ceño se frunce al no salir como quiere algo.
Me acerco sigilosamente a ella y la abrazo por la espalda, ella suelta un grito de sorpresa pero se recupera metiendo a su boca una cucharada de cajeta, la cuál hasta ahora me percato de ella. Recuesto mí barbilla en su hombro mientras veo que cocina, frunzo mí ceño al notar que tiene calentando pollo frito en un sartén, ella sonríe inocente y vuelve a introducir una cucharada de cajeta en su boca. Un jugo de naranja reposa a su lado derecha justo a lado de un vaso de vidrio y un plato en el cuál deposita el pollo recién calentado.
Después de varias miradas coquetas por mí parte y la de ella, termina. No hablamos en todo lo que duró su cena, con las miradas nos decíamos todo, no necesitábamos entablar una conversación para estar cómodos en una cena, ella sonreía de vez en cuando o cuando le robaba un pedazo de su pollo frito o bien un trago de su jugo. Sirvió un poco de vino en unas copas y tomamos un poco, nuevamente las miradas coquetas no se hicieron esperar y mientras tomábamos, la miré sonrojar al mira que lo único que traía puesto era una camisa mía y que lucia perfectamente bien.
Una mirada de ella y una sonrisa mía, fueron las perfecta combinación para empezar algo más.
No esperé ni un minuto más y fundí mis labios en los de ella, haciendo un beso perfecto, el cuál había esperado en toda la noche. Pareciera que ella también lo necesitaba por la rapidez y ferocidad en la cuál respondió al beso. Mis manos viajaron a sus caderas mientras las suyas iba a mí cuello. De un salto hice que enrollara sus piernas en mis caderas, mientras ahora me dedicaba a besar su cuello junto a su clavícula. En unos pequeños, pero desesperados pasos nos encontrábamos en el pequeño pasillo que dividía la sala de la cocina. Sus dedos tiraron fuertemente mí cabello al mismo tiempo que un jadeo salia de su boca, lo que provocó que apresurará el paso al subir las escaleras y llegar a mí habitación.
La tumbé con suavidad a la cama, y fugazmente mí camisa desapareció. Me posicioné encima de ella, con mis manos a cada lado de su cabeza para no aplastarla con mí peso. Coloqué mis manos en sus muslos y subí lentamente por ellas hasta llegar a sus caderas, sentí el elástico de su braga y sonreí inocentemente, mientras empezaba a bajar lentamente esas bragas de encaje color negro. Nuevamente sus mejillas toman un color carmesí mientras dejo un casto beso en ambas piernas, vuelvo a introducir mis manos por debajo de esa polo gris y subo lentamente mirándola directamente a los ojos, sonríe al notar mis manos a la altura de sus pechos, sin sujetador. Terminó sacando completamente la camisa y vuelvo a atacar sus labios con suavidad, demostrado con ello qué ahora es ella quien me importa y no el hecho que es hermana de uno de mis mejores amigos.
Sus manos viajan por todo mí pecho desnudo mientras nos hace cambiar de posición, ahora ella es quien esta arriba teniendo el control. Suelto un jadeo mientras clavo mis dedos en su cadera al sentir como se mueve en mi pelvis. Me da un sonrisa pícara mientras pone sus manos en la hebilla de mí pantalón, con movimientos lentos los desabrocha y los baja con sumo cuidado. Detiene su movimiento justo en mis rodillas, esa sonrisa vuelve a ocupar su cara sonrió de vuelta, vuelvo a la posición de antes y termino por bajar mis pantalones junto con lo que resta de ropa. Sus ojos me miran directo a los míos, beso de nuevo sus labios con amor y le sonrió tranquilizadoramente.
Me introduzco en ella, y ambos cerramos los ojos del placer. Un jadeo más fuerte sale de su boca al introducirme de vuelta, sus manos se posicionan en mis hombros y abre sus ojos, hay un brillo especial en ellos, no son deseo y mucho menos lujuria, si no, amor. Amor, el sentimiento que tanto le cuesta mostrar mientras esta en la cama con alguien más.
(............)
Me tumbo a lado de ella mientras limpio las pequeñas gotas de sudor que bajan por mí frente. Ambos estamos agotados y no tengo palabras para describir lo perfecto que fue todo. Atraigo hacía a mí a ___, y ella recuesta su cabeza en mí pecho desnudo, su mano viaja por todo el borde del edredón hasta llegar al otro mi costado izquierdo. Su pierna derecha se posicionó e medio de las mías.
—Alonso—susurró media hora después de uno silencio cómodo.
—Mmm—preguntó con un sonido un poco desagradable, pero el sueño está apoderándose de mí.
—Promete que no habrá más mentiras entre nosotros—habla y levanta su mirada, encontrándonos con la mía ahora completamente despierta—Promete que no me lastimaras, no sé que es lo que me pasa cuando estoy contigo pero....pero todo es diferente, me encanta tú sonrisa y la forma en qué me miras—sonríe mientras se reincorpora y se siente a horcadas en mí —No soy muy buena en las cosas del amor, bueno si es que siento eso por ti—ríe nerviosa—Mi papá me enseño que esto de una pareja no es más que una perdida de tiempo y que puedes conseguirte a otra en cualquier momento con tal de que te dé placer, y sí quiero tener algo serio contigo no quiero que me lastime, y mucho menos me mientas. Porqué a la primera me voy Alonso—habló aceleradamente qué no sé como entendí todo, sonrió.
—No te lastimaría—hablo pacíficamente—Yo te enseñaré que es amar, que es querer a otra persona que no seas tú o tu familia—termino besando dulcemente, para después caer ambos dormidos juntos.
Cómo desde ahora desearé estar junto a ella.
ESTÁS LEYENDO
Mi Bailarina Favorita |Alonso Villalpando| (En Edición)
ФанфикY es que el amor, no necesita ser entendido. Si no demostrado.