Capítulo 24

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Express

Había pasado ya un mes desde la última vez que vi a Alonso Villalpando, Él ya no aparecía en la puerta del Club intentando hablar conmigo, no aparecía en la reuniones que mí hermano, su amigo, organizaba en su casa. Tampoco lo hizo hace unas semanas cuando fui a parar al hospital, ni mucho menos lo hizo el día de mí cumpleaños.

Desapareció de la tierra, mí padre lo había trasladarlo a otros de sus bufetes, lejos de mí. A final de todo mi hermano se entero de "eso" que teníamos él y yo. Sonreí cuando el primer coro llego a la escena.

-It's a passion, and emotion, it's a fashion, Burlesque

It'll move you, goin' through you, so do what I do, Burlesque
All ladies come put your grown up, boys throw it up if you want it

Can you feel me, can you feel it? It's Burlesque.

Cantamos todas juntas, mi pierna patio la silla en la cuál segundo antes estaba sentada. Las cinco mujeres a lado mio, y yo bailamos al compás mientras nos posicionaba en el inicio del escenario. Nuestros dedos chasquearon mientras nuestras caderas se movieron al lado izquierdo, nuevamente chasquearon y nuestras caderas se menearon a dirección contraria. Las chicas corrieron en dirección contraria mientras yo cantaba la siguiente estrofa.

-I tease 'em 'til they're on the edge

They screamin' more for more and more they beg
I know it's me they come to see
My pleasure brings them to their kness.

El movimiento anterior se repitió, los chasquidos acompañados de movimientos de caderas. Mi cabello, ahora rubio, se movía al compás de mis movimientos, estiré una pierna mientras la otra permanecía flexionada mientras mi mano estaba en medio de estás sosteniéndome para no caer. Agache la cabeza y volví a levantarla como la coreografía marcaba, me paré rápidamente en mis dos pies, cruce mi mano izquierda por detrás de mi cabeza, mientras lentamente mis pies se movía, moví mi vista en todo el lugar sonriendo y paró en una persona al final, en la esquina del Club.

Deje de hacer mis movimientos, y todo el mundo se quedó callado al ya no oír mi voz. Trague en seco y volví a parpadear, él estaba aquí. Alonso Villalpando estaba aquí.

(.........)

-¿Cómo es posible que se te olvidara la letra de la canción?

Sí, había dicho que la letra se me había olvidado por lo cuál tuve que dejar de cantar, ahora en mi camerino me encontraba con un burlesco Scott y un furioso Ruben.

-Ya te dije que lo siento, no volverá a pasar.

Puntualice sentadome en el banco alto, el cuál había pedido me pusieran. Ruben rodó los ojos y salio furioso del camerino, mientras mi amigo y estilista Scott se reía. No tarde en acompañarlo pero mi felicidad duro poco, pues tocaron la puerta.

-Adelante-hablé mientras volteaba a verme en el espejo, después de cada presentación Bryan y Angelina pasaban a esperar para irse en paz .

Mi hermano y Angelina entraron por esa puerta, mis ojos se conectaron con esas orbes azules y mi sonrisa cayo mientras veía como ingresaba Alonso a mi camerino.

-¿Qué hace él aquí?

Pregunté una vez que me volteé, su amigo, supongo, abrió los ojos exageradamente causando que yo rodara los míos. Mi hermano se rasco la nuca y rió nerviosamente, levante mis cejas en forma acusadora y reí al verlo tragar en seco.

-Entonces, ¿quién contestara?-vacilé mirando mis uñas

-Yo entré porqué quise, ¿Te molesta?-habló el ojiazul

-Yo también puedo sacarte de aquí porque quiero, ¿quieres ver?-lo reté con la mirada

-Soy Stephen, un gusto-sé interpuso su amigo, en nuestra guerra.

-_____ Mouque, el gusto es mio-me presente tomando la mano que antes me había ofrecido.

-¡Vamos a comer! ¿Vienes?-preguntó mi hermano, asentí mientras tomaba mi bolso.

Antes de cualquier movimiento por parte de todos la puerta se abrió, sonreí al ver de quien se trataba. Francisco James, un chico el cuál había entrado hace dos semana y me invitaba a salir. Siempre salíamos a algún lugar de noche, teníamos la suerte de que nuestro descanso cayera en el mismo día que el otro, hace unos días habíamos empezado a salir "formalmente" o algo así dio a entender.

Saludó a Bryan de un choque "varonil", un beso en la mejilla a Angelina y un asentimiento de cabeza a los otros dos hombres dentro del cuarto. Cuándo llego hasta a mi, me tomó de la cintura y beso mis labios. Ahora no se sentía como antes, ahora solo sentía miedo.

Miedo a que Alonso se fuera y no regresara.

Mi Bailarina Favorita |Alonso Villalpando| (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora