Mi Bailarina Favorita |Alonso Villalpando| (En Edición)

Capítulo 8

Gritos y más gritos es lo que escuchaba desde hace exactamente veinte minutos que llegamos, Bryan no venia con la mejor de las intenciones puesto que llegue a él, me aparto bruscamente y golpeó un ojo de Alonso.
Estaba recargada en el hombro de Freddy mientras él jugaba con mi mano, todos estamos en la sala de la casa de Alonso, y este y mi hermano en su habitación, que cabe decir nomas hay una.
Los gritos censaron, y cinco minutos después salió Bryan un poco, pero un poco, más calmado.

—Vamonos— dijo tomando mi maleta
—¡Bryan!— chilló Alonso
—Dormirá en mi casa, y será tu dama todo el día, las noches serán en mi casa— dijo molesto
—¡Bryan es mi trabajo!—Le dije enojada
—¡No! Eres bailarina de Club, no puta de Villalpando— grito enojado
—¡No soy puta de nadie, ese es mi trabajo! ¿Crees que con solo bailar vivo?— grite del mismo modo

No sabia que estaba diciendo, y lo peor ¿Porque?, simplemente porque no me puse de acuerdo con Bryan y dije que si, es que ¿Quería quedarme con Alonso?, No, definitivamente no.

—Seré su dama, solo eso, ¿Sabes que Ruben vendrá a vigilarme?— pregunté y el negó—Solo será una semana ¿Si?
—¿Segura?, Ahg, llegas a tocarle algo y te las veras conmigo, ¿Entendido Villalpando?— preguntó viendo al susodicho
—Será mi dama, nada mas tranquilo!— dijo tranquilizando a Bryan

Una parte de mi odio que hubiera dicho eso, pero por otro lado me alegraba que él estuviera consiente que no pasaría nada mas que eso.

—¡Tengo hambre!¿Que quieren de comer?—Comentó Alan
—Pues pasemos a comer, ¿Sabes cocinar ___?— preguntó Alonso
—¿Podemos pedir pizza? ¿Hamburguesas? ¿Tacos?— dije negando a la pregunta
—¿Puedo enseñarle a cocinar?— preguntó Alonso, provocando la risa de Freddy
—Esta imposible Alonso, yo ya le trate de enseñar y no sirvo— dijo para después reír fuerte
—No es chistoso Freddy— dije pegándole en el hombro
—Claro que lo es! ¡Quemaste mi cocina!— grito exagerando
—¡Solo eran las cortinas!¡Aparte te las pague!— hable provocando que el rodará los ojos
—Bueno, vamos adentro que tengo hambre— dijo Alonso molesto