Diálogos: Vivencias de un Escritor

Una Nota de Suicidio.

-"Y como si el tiempo te dejará algo de él, como si abandonará esos pequeños retazos que se quedan atrás en su marcha. A duras penas te deja tu propia presencia, esa sombra que camina de la mano con el ser, que se estira y se encoge, que se hace largo en los momentos difíciles y corto en los más relevantes. El Tiempo, acudiendo a los clichés, es el mayor asesino y el mayor tirano. Tú, tú eres como el tiempo. Al lado de mí, pero matándome poco a poco, desvaneciéndote y desvaneciéndome, deshaciendo el entramado que es mi existencia con cada palabra... Al final sólo será un hilo rodeándome. Un hilo que se irá cuando no haya más por hacer..."

Dejé de leer, abrumado. Ese fragmento estaba acompañado por el cuerpo de Mao, que dormía plácidamente en su cama. Había entrado a la fuerza - No había abierto la puerta, y supuse alguna calamidad - y me había encontrado no sólo el cuerpo y el texto, sino un frasco de arsénico vacío. Pensé que moría, pero le escuché respirar... De todas maneras, había avisado a ambulancias, policía y a sus mejores amigos - Curiosamente, mujeres y un hombre - Para que supiesen de primera mano el hecho.

Parecía ser que era la primera vez que intentaba un suicido, pero la persona por medio de la cuál conocí al Escritor, a través de sus palabras daba a entender que eran, cuando menos, tres o cuatro intentos que habían terminado en una sala de Cuidados Intensivos. Por quemaduras, por helaje, por envenenamiento o por cortes, causa común en los jóvenes inestables. Pero esta vez, no había causa aparente... De súbito, se levantó con resaca. Me miró, miró el papel que tenía en las manos y se sonrió.

-Ya soporto bastante bien el arsénico - Resopló - Pero sólo si lo combino con alcohol. Falta aún acostumbrarme...

____________________________________

¡Hola! Mi primer mensaje - Supongo - Este es más cortico que los demás porque, en cierto sentido, no tiene más que decirle o agregarle. El siguiente será más larguito n.n