She's mine《Justin Bieber》

Capitulo 6

Narra Justin

- Tenemos que hacerlo, es una gran oportunidad - escuche la voz de mi padre ni bien bajaba las escaleras. nos habíamos reunido allí para hablar de negocios, contar la mercancía y demás, lo mismo de siempre. Me senté en el sofá individual negro de la sala justo enfrente de mi padre, todos estaban hablando pero no entendía nada porque recién volvía del baño.

Xby tom

- De que hablan? - pregunté a la vez que subía mis pies en la mesita donde algunas latas de cervezas,James fue el primero en hablar.

- Tu padre cree que podemos chantajear a uno de los socios para que nos entregue la cantidad de mercancía que perdimos por Dilurentis y otras cosas - dijo tranquilo como si estuviera hablando de ir a comprar un helado. Era muy arriesgada la idea, negociar en este mundo era peligroso y mas si era a un socio mayor, el que dirige todo. Necesitábamos la mercadería que perdimos para hacer las entregas a tiempo, solo teníamos tres días antes de que los compradores reclamen, pero todavía seguía siendo muy arriesgada su idea. podría salir bien, pero de lo contrario correría sangre y nos meteríamos en grandes problemas. 

- Extorsionar con qué? - pregunte intrigado. Tendría que ser algo muy importante como para que estuvieran dispuestos a entregarnos tanta mercancía.

- Una chica. - dijo mi padre sonriendo. Esto no me gustaba nada. - La secuestraremos y pediremos recompensa  y después veremos si la entregamos viva o muerta. Tema cerrado, pueden volver a lo que estaban haciendo. - dijo  serio para después levantarse e irse de allí.

Sentía que algo saldría mal con esto, a lo mejor ponía una escusa y no me involucra, por las dudas. Parte del negocio de mi padre era sobre drogas, pero no solo traficaba eso sino que ciertas veces lo hacia con mujeres, adolescentes que secuestran para  venderlas a otros países. Yo solo me dedicaba a ayudar en tratos y algunos intercambios de drogas pero jamas me metería en lo otro. Puede que sea un hijo de puta pero jamas le haría algo así a chicas inocentes, es mas una que otra vez, cuando era mas chicos deje escapar a  chicas a escondidas de todos.

Mi madre siempre me enseño a respetar a las mujeres, si se enterara lo que papa hace con ellas algunas veces no se que haría. ella sabia de su negocio con drogas y aunque esta en desacuerdo, lo ama demasiado como para hacer algo al respecto. Ademas con su enfermedad no debe preocuparse ni estresarse o todo empeoraría.

- Justin -  alguien dijo fuerte y me sobresalte, estaba metido en mis pensamientos sin darme cuenta. levante la vista y los ojos negros de Carl me miraban con diversión. -  Bro que demonios te pasa? Llevas mirando la pared por mas de 10 minutos - dijo riéndose a lo que los otros chicos se sumaron.

- Dejen la pavada y pónganse a trabajar - dije molesto. Me levante, agarre mis llaves y estaba por marcharme a mi departamento cuando la voz de James me interrumpió.

- Mañana por la mañana organizaremos todo y a la noche lo haremos. Te apuntas? - sabia a lo que se refería. El secuestro.

- No, tengo asuntos de los que ocuparme - dije antes de salir y montarme en mi range rover negra en dirección a una pizzeria, estaba hambriento. Habíamos pasado la mayor parte de la tarde y noche trabajando, por lo general los jueves siempre eran así.

Desperté adolorido y desorientado. Al sentarme observe mi alrededor, me había quedado dormido en el incomodo sillón de mi sala.
Levante la caja de pizza que estaba en el piso y la tiré a la basura para luego hacerme un café. Salí al patio, hacia un muy buen día, me acosté en la repostera junto a la pileta y tomando el café tranquilo me relajé. No trabajaría hoy, ya puse una escusa y no participaría de la locura que estaban por hacer, solo rogaba que todo saliera bien porque sino habría bastantes problemas y eso es lo que menos necesito ahora.
El timbre de la casa hizo eco por todos lados haciéndome saber que tenia vistas. Con cansancio me levante y primero vi por la mirilla de la puerta quien era el que venía a interrumpir mi paz. Distinguí una cabellera castaña, una mujer bajita estaba del otro lado, esta al levantar la vista me dio una perfecta visión de los ojos mas lindos que había visto jamas. Sin dudarlo un segundo abrí la puerta y me abalance sobre ella rodeando con mía brazos su cuerpo en un abrazo. Joder, la había extrañado muchísimo. Desde hace tres semanas no le veía por un viaje al que fue con sus amigas.
Me devolvió el abrazo con la misma intensidad que yo y beso mi pecho.
- Te extrañe mucho cariño - dijo aun pegada a mi. No quería soltarla, no. Tenerla en mis brazos era el paraíso, era una de las pocas cosas buenas que tenia en mi vida, la amaba mucho y solo pensar que un día de estos la vida me la arrebataría me daba escalofríos, por eso siempre que estoy con ella nada mas me importa, centro toda mi atención en disfrutar de su compania.