She's mine《Justin Bieber》

Capitulo 9

Narra ____

Por suerte el otro idiota no estaba en la camioneta. Rapidamente ayudo a Justin a subir en aciento de copiloto y me subo para conducir. Vaya idiotas tenía Jeremy trabajando para él, no pudieron con nosotros y encima dejan la llave de la camioneta puesta y abandonada. Me apresure a conducir nuevamente hacia la carretera.
- Necesito un teléfono - digo sin despegar la vista de la ruta. Justin se remueve despacio soltando un quejido de dolor que hizo desviar mi atención hacia El, su herida casa cada vez sangraba más. - Te encuentras bien? - le digo mirándolo de vez en cuando.
- Oh si genial, pasándolo de pura madre - el sarcasmo estaba en cada palabra. Y ahora que mierda le pasa a este idiota, sólo estoy ayudándolo y reacciona mal. Que le den.
No le volví a dirigir palabra alguna, el coche estaba envuelto en un ínfimo silencio. De vez en cuando se escuchaban maldiciones y quejidos de parte de Justin.
A unos 100 metros pude divisar una estacion de servicio bastante vieja pero con unos letreros grandes e iluminados, lo que significaba que estaba en funcionamiento. Bien, ahí podría haber un teléfono y algo de comida que por cierto mi estómago estaba reclamando.
Aparco y enseguida la voz dura y fria de Justin llega a mis oídos.
- Eres estúpida o que te pasa! Si paras aquí nos encontrarán rápido. - sólo lo mire sería y baje de la camioneta en dirección a la tienda.
Era bastante grande y colorida por dentro, varias estanterías con unos pocos artículos.
- En que puedo ayudarla - un hombre de mediana estatura rubio se acercó a mi sonriendo. La verdad no estaba nada mal pero no había tiempo de ligar.
- Tienes un teléfono que pueda usar? - dije en tono coqueto acercándome mas a él, necesitaba hacer todo lo más rápido posible.
- Aqui tienes linda - sonrió entregandome un móvil que sacó del bolsillo de su jersey azul.
- Gracias - dije guiándole un ojo y sonriendo pícara. Hombres.
Estaba marcando el tan conocido número cuando la puerta se abre abruptamente y Justin entra con cara de querer matar a alguien.
Vino hasta donde me encontraba a paso firme echando humo.
- Puedes apurarte. Me dejas en la camioneta esperando mientras ligas -dijo muy enojado pintandome con un dedo. - Pues por si te olvidas te recuerdo que no tenemos tiempo. -
Lo odio. Es oficial. Odio su carácter bipolar y mandon, quien demonios se cree que es.
Sólo lo igonore y marque el número de Chris que a los tres tonos contestó.
- Hola? - Dios su voz. Cuanto extrañaba su voz. Pero estos no eran momentos para ser débiles, iría al punto y nos marchariamos.
- Chris soy yo - antes de que pudiera seguir hablando me interrumpió.
- Dios princesa estaños todos muy desesperados buscándole, tu padre está... - conociendo a Chris va ponerse a divagar como cuando esta nerabioso, es mejor que lo corte ahora.
- Escuchame Christina, no tengo mucho tiempo. - mi voz era dura, lo sé pero está era una situación muy seria. - Tienes que informarle a mi padre que logre que escaparamos, estamos camino a la cabaña en Malburne. Quiero que mande a los chicos a buscarnos. Dile que tengan precaución y vengan armados. - Justin estaba a mi lado mirandome atentamente. Que estaría pensando?
- Bien. Se lo diré. En cuanto estarás en la cabaña? - mire el reloj de madera que estaba colgado en la pared detras del mostrador. Las 3 con 15. Para mi suerte había un mapa con todas las carreteras pegado en un costado de los pilares de estación.
Me acerqué lo suficiente como para ver y ubicarme en el plano. Estaba a unos 183 kilómetros de carretera del pueblo. Y de ahí tendría que recorrer 45 kilómetros adentrándome en los bosques.
- Aproximadamente en dos horas estaré por allí. Pero diles que salgan cuanto antes, no hay tiempo que perder. - un suspiro se escuchó del otro lado de la línea junto con el cerrar de la puerta de un coche. Seguro debe estar yendo a la casa de mi padre.
- Esta bien. Te encontraremos, cuidate y te amo. - dicho esto me cortó sin esperar mi respuesta, supongo que se tomó en serio lo de 'No hay tiempo que perder'.
- Mientras tu hablabas con tu noviecito yo busque las cosas necesarias y me ocupe de sacar el chip rastreador de la camioneta. De nada. - dijo serio mirándome fijamente.
- Para tu información estaba asegurándome de que nuestro escape sea exitoso. De nada - dije con el mismo tono que el había utilizado antes. Me percaté de aue tenía varias bolsas de cartón en sus dos manos y una pistola metida por delante en su cintura.
- Espera como conseguiste todo esto? Tenías dinero? - dije confundida. Que yo sepa no había ningún objeto personal en la camioneta.
- Como crees que lo hice genio? - dijo de mala manera mirando su cintura. La pistola. No puede ser posible que haya matado al empleado.
- Lo mataste? - dije incrédula.
- No, sólo un pequeño susto. Vámonos - caminaba a paso firme hacia la camioneta. Vi como se subió al asiento del conductor, el No podía conducir con la herida.
- Antes que digas nada, acabo de tomar un analgésico. Sólo necesito que me pases el alcohol y las vendas para curarme un poco hasta llegar. - dijo como si nada, se ve aue esta más que acostumbrado a situaciones como esta.
Sin querer discutir le hice caso sacando los elementos de la bolsa y pasándole un pedazo de gasa mojada en alcohol.
Vi como trataba de sacarse la venda pero no podía. Esta claro aue necesitaba mi ayuda pero era lo suficientemente idiota y orgulloso como para pedirla.
- Déjame a mi - dije autoritaria apartando su mano.
Con delicadeza saque el pedazo de  tela cubierto de sangre y comencé a pasar la gasa alrededor limpiando con delicadeza. Sentía su mirada fija en mi pero hice como si no me diera cuenta. Al cabo de unos minutos ya había terminado de curar y vendarlo de nuevo con gasas limpias.
Sólo asintió con la cabeza sin mirarme y comenzó a conducir por la carretera. Es en serio? Es aue alguna vez decía gracias? Pff la paciencia se me agota con él como nunca me paso con nadie. En el ámbito del modelaje estaba acostumbrada a patéticas chicas superficiales con un gran ego y había lidiado con muchos hombres que se creen el centro del universo pero nunca nadie había agotado su paciencia en tan poco tiempo como Justin.
El chico estaba condenadamente bueno pero su carácter le bajaba mil puntos, por lo menos para mi.
- Tienes que guiarme por donde ir - dijo tranquilo sin despegar la vista de la carretera. - En unas de las bolsas hay comida y un mapa. Dime porque ruta ir -
Mire hacia atrás y busque dentro de las bolsas el mapa. Había dulces, chocolates, una gaseosa grande, unas latas de Red Bull, unos emparedados embasados y una bolsa grande de nachos. Vaya si que había traído cosas.
Tome el mapa y un chocolate, el cual abrí mientas prendia la luz del interior de la camioneta para ver mejor el mapa y que ningún tipo de error nos hiciera perder del camino.
- Tienes que seguir derecho por esta misma hasta llegar a un cartel que indica la entrada a un pueblo llamado Temperley. - dije mirando el mapa atentamente. - Luego toma hacia la derecha la ruta 126 y sigue derecho unos 20 kilómetros. Luego te indicare más. - dije apagando la luz y dando un mordisco al chocolate. Gemi despacio ante el delicioso sabor en mi boca, no me había dado cuenta que tenía tanto hambre.
Pude ver como a Justin se le escapa una pequeña risa.
- Qué? - tal vez mi tono fue un poco brusco pero no me gustaba que se burlen de mi.
- Nada. Sólo que no pareces ser de las típicas modelitos que no comerian nada con calorías - dijo con una sonrisa mirándome por un segundo para volver la vista hacia la carretera. Como podía ser tan lindo y caliente por fuera pero tan feo por dentro? Su comentario me hizo reír, yo de las típicas modelitos, ja si claro.
- Bueno eso demuestra que no me conoces - dije seria.
La verdad estaba un poco cansada por todo lo sucedido, me dolía la cabeza y mi cuerpo de sentía pesado como si hubiera corrido una maratón.
Ninguno de los dos dijo nada después de eso, lo que agradecí. No tenía ganas de discutir ya que al parecer no podemos mantener una conversación tranquila.
Me acomode mejor en el asiento y poco a poco fui sintiendo como mis ojos pesaban y el sueño se apoderaba de mí.