¿Qué es esto? LuffyxNami

¡Gracias Torao!

No muy convencidos se dirigieron hasta donde estaba el ojeroso.

—Lo decidimos... —hicieron una reverencia —contamos contigo

ーEsto será rápido -sonrió sádicamente, como si lo que fuera a hacer estuviera por destruirlos, pero no era así, él estaba emocionado pues las cosas estaban saliendo como él se imaginaba

El capitán y la navegante se colocaron uno al lado del otro, esperando su "milagro", escucharon un —Room —por parte del ojeroso, cuando sintieron que algo les desgarraba el alma, —Shambles —aquella sensación desapareció al escucharlo pronunciar esa palabra.

Tenían miedo de mirarse y darse cuenta que no había funcionado, poco a poco fueron girando sus vistas, ¿estuvo bien confiar en él?

—Si es sobre Torao, él es buena persona, me salvó de morir en aquella batalla —recordó la navegante

Miro a su capitán, no podía creer lo que veía, realmente había funcionado, él les había vuelto a la normalidad

—Nami-san... —le llamo esperando que quien volteara fuera el cuerpo de su navegante, pero no fue así, su capitán se giró a verlo

—Sanji... ¡Funcionó! —estaba feliz, sabía que podía confiar en él

—Luffy, ¿funciono?

—Si, Sanji-kun —respondió la navegante —volví a mi cuerpo —decía feliz

Mientras la navegante tomaba un baño, ellos le explicaban lo que había ocurrido desde un principio, tal vez el tenían una respuesta. Ellos aún no lo habían descubierto, pero ahora se imaginaban que había sido obra de alguien con casi las mismas habilidades que su invitado, pero, ¿existía alguien así? Las akuma no mi eran especiales, ninguna era igual a otra, claro algunas igualaban algunas habilidades, pero esas jamás las habían visto.

El ojeroso se sorprendió al escuchar tal historia, pues no tenía conocimiento alguno sobre lo sucedido, tampoco creía que existiera alguien con sus habilidades, era imposible, y si realmente existía sabía que debía acabar con ella.

-Torao -grito feliz -gracias por ayudarnos -sonrió -shishishi no habríamos podido sin ti

-Es cierto que llevábamos varios días intentando, pero eso no significa que no pudiéramos Luffy -agrego el cocinero, apenado de no poder hacer nada cuando había dicho que los ayudaría. Habían dependido totalmente del ojeroso.

-No lo hice por amabilidad -aclaro -tenemos un trato así que espero cumplan o los volveré a como estaban -dijo serio y sin verlos

-No es necesario que nos amenaces, nosotros no fallamos a las promesas -el rubio estaba que echaba humo ante esas palabras -como sea, gracias por ayudarlos -sonrió al recordar a su navegante

Mientras el cocinero preparaba algo de comer, el ojeroso decidió salir un rato a observar la ruta que llevaban, era cuestión de días para que llegaran a la siguiente isla, debía prepararse bien si realmente pensaba en ir a dressrosa.

-¡¡¡LUFFY!!! -sus pensamientos fueron interrumpidos debido a aquel grito tan alto que había dado la navegante -¡¡MALDITO!! -camino hasta donde pudo ver a la peli-naranja quien sostenía al azabache de la camisa -¿CÓMO TE ATREVES?

-Cálmate, Nami, no sé de qué hablas

-TÚ... -miro a su alrededor y pudo notar a sus nakamas y a su invitado observando aquella escena, no podía quejarse, no enfrente de ellos pues desconocían su historia, rio nerviosa al no saber que excusa inventar