Visitas inesperadas.

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Estuvieron toda la noche conversado sobre su problema, habia dicho que los ayudaría, aún embargo aun no sabia que haber.

La situación de sus nakamas estaba fuera de lo normal y aunque  su vida en el mar tampoco lo era, no sabia como ayudarles.

El saber que su bella nakama estaba pasando por eso le molestaba y entristecia a la vez, ahora comprendía lo mal que la estaban pasando también se sentia mal por insistir tanto en una relacion que solo existía en su imaginación.

Por fin amanecio, se levanto y se dirigio a la cocina, no habia olvidado su deber asi que mientras preparaba sus alimentos seguiría pensando en una solución.

Por su parte el espadachín y la arqueologa habían pasado la noche juntos, después de aquel beso ninguno de los dos había querido marcharse, había sido un poco incómodo ya que ninguno pronunciaba palabra alguna, la arqueóloga decidio arrastrarle hasta un rindon donde se acomodaron y solo se veian el uno al otro hasta que el sueño les vencio. Ahora que era de dia, ella había despertado, mas no se había movido ni un milímetro, quería estar cerca de el antes de que este terminara huyendo.

Al despertar de dio cuenta que cierta azabache estaba muy comoda sobre su pecho, se sintio un poco incomodo estaba demasiado cerca, no queria apartarse pero algo le decía que lo hiciera asi que intento safarse.

—Espadachin-san... No te vayas... No aun —dijo sin mirarlo

—Tsk... Esto no es un hotel... —pronunció un poco molesto, para que ella no notara lo incomodo que estaba

Ella lo miro, estaba completamente rojo y no era porque estaba ebrio, rio —¿Porque no nos damos una oportunidad?

Uno a uno iban llegando a la cocina, probablemente era lo que hacian todos los dias, despertaban y corrían a observar que clase de comida desayunarian. Nunca se decepcionaban.

Pasada la comida, el cocinero se dio cuenta que una de sus ladys estaba muy pegada a cierto marimo que odiaba con todas sus fuerzas. Le intrigaba el saber porque pero debia preocuparse más por la situación de sus nakamas.

El mar estaba tranquilo, o eso creian, pues nadie estaba haciendo guardia, Franky, Chopper y Usopp construían un nuevo auto, Brook bebía te mientras intentaba escribir una canción, Zoro y Robin estaban en la habitación de entrenamiento y Nami, Sanji y Luffy, pensaban en como arreglar su problema.

Fue cuando escucharon el sonido de un cañón, cuando todos dejaron de hacer lo que hacian y se dirigieron a observar.

—La marina —grito el renito asustado

Se sentían mal por no prestar atención, eran piratas, debian estar al tanto todo el tiempo.

—¿Que hacemos Luffy? —pregunto el nariz larga

—Pelearemos —dijo el azabache al verlos demasiado cerca

—No podemos hacer eso —grito el rubio tratando de recordarles que no estaban en condición

—Franky, prepara el coup de burst —ordeno la navegante

—Esta bien Luffy —corrio hasta donde ese encontraba su mando

—Estan demasiado cerca yohohoho —otro cañón se escucho esta vez se dirigía hasta ellos, el cocinero se preparo para deshacerse de el cuando noto que este se dividía en dos

—Vaya sorpresa —Dijo desenbainando otra de sus espadas

—Zoro... —todos se sorprendieron, la marino no dejaba de lanzarles cañones, entre todos excepto el capitan quien solo miraba hacia abajo y la navegante quien se veia preocupada, esquivaban los cañones hasta que su nakama tuviera todo preparado

¿Qué es esto? LuffyxNamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora