Capítulo 19.

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No puedo dormir, realmente no puedo.

Recostada en mi cama pienso en lo que Gaston me había dicho. ¡Joder! Ya tengo bastante con la idiotez de Tristan para que se agregue esto a mis pensamientos.

La única pregunta que se formula a cada minuto es: ¿será que le gusto a Gaston?

Las respuestas a esa pregunta podría ser un tal vez, deseo con toda mi alma que sean suposiciones y que esté totalmente equivocada, pero no sé qué pensar. ¿Ese? ¿Ese de Sophie?

Maldigo en voz baja y me siento en la cama, muevo los dedos de mis manos con nerviosismo, necesito un vaso de leche caliente. Me levanto de mi cómoda cama y me coloco las pantuflas con forma de hurón.

¿Adivinan de quién fue el regalo?

Bart me mandó a París, junto con los demás regalos de mi familia, unas muy calienticas pantuflas de hurones. Están formadas por dos cara de hurón blanco con gris, son muy bonitas y cómodas, aunque Gaston siempre dijera lo estúpidas que son. Aparte de las mullidas pantuflas de Bart recibí una camiseta por parte de Louis, unos calcetines de George—muy creativo, Georgie—, una play station de Connor—buen regalo hermanito, aunque no tenga ni la menor idea de videojuegos—, y aunque no lo crean, si recibí algo de Tristan y siempre lo llevo conmigo.

Mientras bajo las escaleras, tomo el collar que se encuentra colgando en mi cuello, es algo largo y se esconde detrás de mis prendas de vestir. El colgante consta con un corazón de plata en el cual se encuentra grabado mi nombre. Creo que ha sido el mejor regalo que he recibido en toda mi vida.

Al llegar a la cocina, me sobresalto al ver a una persona a espaldas, papá se encuentra ahí y al igual que yo se nota que no puede dormir.

—Hola, papá.

—¿Sophie? ¿Qué haces aquí?

—No puedo dormir.

—¿Pesadillas?—pregunta él.

—No, ansiedad—contesto acercándome con un vaso vacío. Tomo la jarra de leche caliente que tiene mi papá y me sirvo.

—Uhm creo que a ambos nos tomó la ansiedad esta noche—Levanto la mirada y frunzo mi ceño. El rostro de mi padre se encuentra en angustia, por un momento me olvido de mis problemas.

—¿Qué pasa, papá? Sabes que puedes contarme lo que sea—Él suspira, se mantiene en silencio por unos minutos pero luego su desolada voz retumba en las paredes de la cocina.

—¿Extrañas a tu madre?

—Todos los días de mi vida—digo en un susurro nostálgico—, pero no cambies el tema papá.

—La razón por la que te supliqué que vinieras a casa para esta navidad, es que tengo que hablarles de algo importante, algo que va a cambiar a nuestra familia.

—¿De qué hablas papá?—murmullo asustada.

—El día de la cena lo sabrás.

¿Qué es eso tan importante que no deja que mi papá duerma?


¡Hola, Intocables!

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¡Hola, Intocables!

Estoy muuuuy emocionada por que ya escribí el maratón de mañana y solo digo que... promete asdfghjklñ.

No diré más dada, shh mis labios están cerrados :O

Jajajaja me encantó leer sus comentarios en el capítulo pasado :3 Me divertí mucho y no se preocupen, esa "S" es de Simy, Gaston me ama ah.

Nos leemos mañana, disfruten el capítulo.

Nos leemos mañana, disfruten el capítulo

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No vuelvas a París | Los Intocables #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora