No es necesario haber leído los libros anteriores para entender #NVAP, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos.
Enamorarte del mejor amigo de tu hermano es uno de los clichés más clásicos en las historias...
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—¡Quiero saber que me compraste!
—¡Deja de curiosear, Gaston!
—¡Pero quiero saber que me vas a regalar!
—¡Aleja tus sucias manos de mi regalo!
—¡Pircelandia!—Se queja él mirándome con ojos de cachorrito.
—Bastón, escucha, mañana verás mi regalo.
Un frío bestial envuelve este veinticuatro de diciembre, las nubes son grises, la nieve ya cubre algunas zonas del jardín y los animales veraniegos se esconden en los árboles huecos tratando de cubrirse del viento. Ya son las siete de la noche y por esa razón la temperatura ha bajado unos cuantos grados a comparación de hace unas horas en el centro comercial junto a las chicas.
—¿Le compraste algo a Tristan?
—¿Por qué todos preguntan lo mismo?
—Yo solo quiero saber—se defiende él.
—Sí, compré algo para todos.
—Connor me dijo que los chicos vendrán mañana a pasar las navidades juntos.
—Sí, es una tradición que mantienen desde hace unos años—Gracias a Louis agregué en mi mente.
Louis quiso hacer algo lindo por el grupo y lo logró, aun recuerdo la sonrisa de Connor de hace unos años diciendo que pasó las mejores navidades de su vida. No, ellos no van a tomar, fumar o simplemente irse de juerga, hace unos años Louis engañó a los chicos diciendo que iban a hacer una broma, pero eso no sucedió, al contrario, tuvieron una noche de picnic en el parque contando anécdotas y mirando hacia el fututo. Tengo entendido que se volvió una tradición y todos los años se reunían en una casa diferente, esta vez tocaba en la casa de los Pirce.
—Es algo lindo... yo solo espero sobrevivir a las miradas que me lanza Tristan.
Voy a responder pero la puerta de mi habitación es tocada y luego abierta, Eli se encuentra al otro lado, nos lanza una pequeña sonrisa y después nos informa que ya debemos bajar ya que la cena va a estar servida en unos minutos.
—Dime que tu padre no es como el Connor de hace días.
—Tranquilo, él es un pan de Dios.
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