¿Cambio? Lo mejor que me pudo pasar en la vida. Usted se preguntará, ¿cómo puede uno amar el cambio? Y uno tan malo como el mío... Pues yo tampoco lo puedo responder, sólo digamos que me cansé de tanto estúpido haciéndome daño, cagándome encima y volviéndome en mierda, a veces una persona ya no puede soportar a tanto pendejo y se vuelve en uno de ellos.
Le acortaré la tonta anécdota de cómo me convertí en lo que soy. Fue en mi tercer año de secundaria, yo tenía como quince y en la escuela siempre me consideraban la mejor en notas pero una antisocial de verdad.
#FLASHBACK#
-¡Mamá! ¡Ya me voy a la escuela!-grité bajando los escalones-
-¿Te puedes hacer el desayuno?-preguntó de mala gana-¡estoy arreglando a tus hermanos!
-Como sea-susurré bufando-
Eché un suspiro corto y me dispuse a tomar una manzana de la despensa, cogí mi mochila rosa y luego corrí para alcanzar la góndola. Entré al gigante carro buscando algún asiento libre, fuí hasta el fondo y me senté al lado de Fitt. Él era el chico que me había gustado desde hace como dos años pero que jamás había hablado sobre eso, además de todo creo que él lo sabía... Bueno, mejor dicho, todo el mundo lo sabía.
-¡Hey!-le sonreí-
-me sonrió-
-¿Cómo estás?-pregunté amable-
-Bien-respondió seco-
-¿Te fue bien ayer? Creo que te vi hablando con una chica.
-Sí-suspiró-creo que hoy voy a pedirle que ande conmigo.
-¿Qué?-fruncí el ceño sorprendida-
-¿Algún problema?-alzó una ceja-
-No... Simplemente que...-las palabras se me cruzaban una con otra-no, no puedes.
-¿Disculpa?-frunció el ceño-¿Qué? Creíste que...-se rió burlón-
-¿Hay algo gracioso?-lo miré a los ojos-
-¿Creíste que podíamos estar algún día juntos?-abrí mi boca-no puedo creerlo-de nuevo río-
-Nunca dije eso-respondí ya ruborizada-
-Pero niña, te pusiste tan roja como un tomate-sonrió perverso-
-Yo...
-Particularmente ya me cansaste-me miró fijamente-me cansé que siempre me sigas, siempre me estés acosando y que pienses que entre nosotros va a haber algo más que... ¿Qué pensabas?-miré directo a mis manos-
-Basta...
-¿Yo estando con alguien como tú?-mis ojos empezaron a nublarse-¿acaso no te viste a un espejo? ¡Eres una pelota con patas!
-Fitt, pero tú-intenté sacar algo-
-No, yo fuí amable y tolerante-se relamió los labios-pero parece que la gente estúpida malinterpreta las cosas.
-Fitt, por favor-le miré con lágrimas-
-Eres ridícula-se rió por última vez-
En ese momento llegamos a la escuela, se puso de pie y se fue sin decir nada. Yo con la cabeza baja me limpié con el dorso de mi mano las lágrimas, con la poca dignidad que me quedaba me paré del asiento, cogí la mochila y fuí caminando a mi salón de clase.
En todo el día yo sólo pensaba en lo que había pasado con Fitt, hasta dí un examen bastante importante con la mente en Fitt, todo era Fitt en mi mundo. Pero a la hora de devolvernos los exámenes con la nota ya puesta llamaron a mi nombre.
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El Maniaco Obsesivo
JugendliteraturDime, ¿qué sentirías si un psicópata se enamorara de ti?