Engañando al corazón;Sekaiichi Hatsukoi (Yaoi) #SA2017

¿Solo negocios?

Capitulo 10.- ¿Solo negocios?

Pov.Takano

Con cada segundo la situación estaba yéndose de mis manos.

En algún momento todo se había vuelto un completo desastre. Una plática de borracho, no tengo la menor idea de cómo debería lidiar con esto. El castaño junto a mí, despertó mientras aun conducía por las calles de Japón. Su visión sobre lo que sucedía y los hechos antes de ello se encontraban algo confusos en su mente, aunque el hecho de tener su guardia en alto conmigo aun lo tenía presente, volviéndolo todo más difícil.

— ¡Ya basta! Déjame bajar, no quiero estar aquí—Dijo, con algo de molestia en su voz, removiéndose sobre el asiento enfureciendo con el cinturón de seguridad que le limitaba sus acciones.

—Ritsu, ya te lo dije. Vamos a tu departamento, quédate quieto—Pronuncie, tratando de colocar una de mis manos frente a su pecho para que dejara de moverse. Ni siquiera me escucho, simplemente golpeo mi mano para alejarla con molestia de sí mismo.

— ¡No! ¡Esto es un secuestro! ¡Es ilegal!—Comenzó a gritar, haciendo una pequeña rabieta dentro del auto. ¡Maldición, esto es todo!

— ¡Onodera!—Termine por gritar. Su fingido llanto paro, y el auto se detuvo con el semáforo en rojo. El silencio nos envolvió por solo unos segundos, verlo con la seria expresión en su rostro me hace sentir culpable, ver como se acomoda para sentarse adecuadamente en el asiento junto a mi mientras evade mi mirada me hace sentir mal, él se lo busco, ya hacía varios minutos atrás que no paraba con sus rabietas y berrinches, mi paciencia no sería eterna. Además, si continuaba con eso, llamaría la atención de algún oficial y eso si sería un problema, pero... —Ritsu, yo no quería...

—Está bien. Solo llévame a casa—Se limito decir, recargando su cabeza sobre la ventana, dejando que su mirada se fijara en las calles. Esto realmente es un dolor de cabeza.

A los pocos segundos, el semáforo cambio y pude avanzar. El silencio continuo por el resto del viaje, realmente no entiendo que sucedió. El enojo que lo envuelve al tratarse de mí, no sé de donde lo saco. Creí que las cosas estaban bien, aunque no nos hemos visto últimamente.

El siquiera pensar en hacer avanzar las cosas me pone nervioso, tener que confesarme es nuevo para mí. No sé lo que paso pero, viendo el estado de Onodera, sé que eso puede esperar. Trate de meditar las cosas, de hacer memoria y tratar de recordar algo que haya hecho molestar al castaño quien una vez mas había sido víctima del sueño. No pude pensar en nada.