14. No somos iguales.

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14. No somos iguales.














¿Cuándo había sido la última vez que me sentí de esta manera? Reír cuál tonto, sentir esa emoción de solo ver su sonrisa, ansiar el tiempo juntos ¿Acaso era un adolescente? Si, por él me estaba convirtiendo en ese chico que experimentaba un primer amor, demasiado absurdo.




Los latidos en mi pecho siguen calando con cada segundo, nos escabullimos tomados de la mano, dejando un camino de agua con cada pisada. Volver a ser niños, si, comportarme infantil al estar con él se había vuelto algo natural. —Misaki no puede vernos así, se pondrá furioso—lo escuché susurrar tras de mi, escondiéndonos tras un mueble en la sala.





Solo hace unos minutos que dejamos la playa, y nuestro estado actual si que daría de que hablar.






—Tienes razón, no quiero ser regañado por tu primo— Entrelacé nuestros dedos, asomándose un poco viendo cómo uno de los sirvientes desaparecía en el pasillo.






Comenzando a caminar, cuidando nuestros movimientos. Lo escuché reír un poco, la manera en que actuamos, ¿Por qué me hace sentir tan feliz?




Nos dirigimos a subir las enormes escaleras, y así llegar al fin a la habitación de Ritsu pero en el momento en que creímos sería seguro seguir, ese par de voces nos hicieron correr a escondernos una vez más—¿Debes irte?—intercambié miradas con el castaño, asomándonos los dos al reconocer la voz. La imagen que veíamos era única, y siendo honestos, una que ya sospechábamos.





—¿Ellos están...?—La pregunta murió en su boca, lo jale para evitar ser vistos al llamar la atención de ese par. Mi mejor amigo y su primo, ¿Qué Akihiko no pierde el tiempo? —¿Escuchaste algo Usagi-san?—Guardamos silencio, era tan estúpido todo esto y aún así, que locura estoy haciendo.







Le indique que guardada silencio, esperando un par de minutos para decidirme a ver, nuestras miradas se cruzaron, agradeciendo que se tratase de Akihiko y no otra persona. Supo entender rápido la indirecta, tomando por los hombros a Misaki para dirigirlo lejos de las escaleras. Esa era nuestra oportunidad. —Andando— Corrimos tratando de no hacer tanto ruido, logrando respirar bien una vez la puerta de su habitación se cerró tras nosotros.




—No puedo creerlo, ¿Esos dos de verdad...?—Río, revolviendo su cabello un poco. Haberlos atrapado besándose bien compensaba nuestra pequeña travesura. —Me imaginé que se gustaban pero no creí que se moverían tan rápido. —



—Ellos no parecían querer perder el tiempo a comparación de nosotros—Llamé su atención, provocando esa mirada que juzgaba. Sabía bien a lo que me refería, esos meses en que solo jugamos antes de formalizar, siendo eso también mi culpa al huir en cuanto comencé a sentir algo entre mis mentiras.



—¿Asi? ¿Y de quién fue la culpa?—se quejó, manteniendo esa sonrisa que indicaba no estar molesto. Avancé, tontamente encantado por sus labios.


—¿Por qué? ¿Acaso vas a castigar al culpable?—Deslicé mis manos por su cintura, eliminando la distancia entre ambos, logrando ese nerviosismo en él al sentirse atacado por mi.





Engañando al corazón;Sekaiichi Hatsukoi (Yaoi) #SA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora