Canción de este capítulo: The wolf de Fever Ray.
Hola a todos! Espero estén disfrutando esta novela. Por favor dejen algún comentario o voto si les gustó. Su opinión me importa mucho a la hora de escribir Saludos!
Se acabaron las risas.
—Ese día no tenía quien me lleve a casa—comencé—este chico y sus amigos ofrecieron llevarme hasta Brandsen.
—¿Los conocías?—preguntó Franco. Seguíamos enlazados en el lago, el agua nos llegaba hasta la barbilla.
—Más o menos.
Levantó una ceja.
—Bien, bien. No, no los conocía. Uno de ellos me compró una bebida cuando estábamos dentro de la fiesta. Accedí a que me llevasen porque en el grupo había una chica. Eso me hizo sentir segura.
—¿Cuántos eran?—preguntó, su rostro era granito, su voz glacial.
—El chico que me ofreció llevarme, la chica y dos chicos más.
—¿Te subiste al coche con todos ellos?—preguntó con incredulidad.
—Sí—susurré avergonzada.
Su respiración se volvió tan estrepitosa que el agua bajo su barbilla se volvió turbulenta. Parecía un toro furioso. Sus manos me soltaron y tuve que patalear para mantenerme a flote.
—Vamos, necesito salir. No me puedo concentrar aquí.
Salimos lentamente del lago. Él caminó adelante mío, en ningún momento se dio vuelta. Nos vestimos y nos sentamos nuevamente en el tronco. Sus ojos estaban fijos en el horizonte. Parecía que quería deshacerse de mí lo antes posible.
—Hace frío—mentí—te vas a congelar sin tu chaqueta y es tarde. Deberíamos irnos.
—Continua—respondió.
—Es claro que no quieres oírlo.
Sus ojos saltaron a los míos, fulminantes.
—Claro que no quiero escuchar nada de esto, pero necesito hacerlo—terminó en una voz grave y gutural.
Me acomodé en el tronco y reordené mis recuerdos —Subí al asiento trasero del coche. Dos de los tipos subieron a mis lados y quedé rodeada. La chica subió en el asiento del acompañante y el otro chico manejaba. Al principio solo bromeaban entre ellos y reían, pero poco después comenzaron a sobrepasarse. —me detuve, tenía ganas de llorar pero no quería hacerlo frente a él. —Grité, les imploré que se detuvieran, le pedí ayuda a la chica pero nada sirvió. No sé cómo, pero logré abrir una de las puertas, me arrojé a la calle, y salí corriendo. Me siguieron con el auto. Pedí ayuda pero la calle estaba desierta. Entonces vi este callejón. Se podía ver la calle del otro lado y era muy angosto para que entre el coche. Me metí allí. En el fondo me encontré una reja que bloqueaba el paso. Intenté treparla pero no podía...—me detuve cuando se me quebró la voz. Intenté resumir la historia en mi cabeza. Sabía que si le contaba más detalles comenzaría a tartamudear entre llanto— La cuestión es que me encontraron, me acorralaron. Dos de ellos...intentaron vi...vio...violarme. Los otros dos parecían dis...disfrutar el espectáculo. Me defendí y comenzaron a golpearme. Estaba en el piso. Recuerdo el sabor a sangre y luego sentí el cambio, perdí el control...mordí a uno de ellos—me detuve nuevamente y examiné su expresión. Estaba furioso, ¿tal vez asqueado? Decidí saltarme un par de cosas y continué —entonces vi mi oportunidad y corrí, llegué hasta la ruta y al resto ya lo sabes.
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Felicitas aprende a andar en motocicleta (Salvajes #2) #FantaAwards2017 #WGA2017
مستذئبVivía la vida perfecta; dinero, joyas, ropa y diversión. Pero entonces vi las rasgaduras en mi perfecto castillo de cristal y supe que no era la princesa. ¿Qué haces cuando las mentiras son demasiado grandes para ignorarlas y caen como rascacielos...