conociendo al enemigo

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-Tsk, ¿qué es esta ropa? - Ayane exclamó.

- es un baile, no puedes ir con ropa normal- Akari dijo arreglando el moño de su vestido.

- pero... ¿no crees que sus trajes contrastan un poco? - Mako sonrió- tomando en cuenta que tenemos orejas y cola.

- por eso debemos usar estos- dijo dándoles los trajes.

El traje de Ayane consistía en una atrevida pirata, con largas botas y un gran sombrero para ocultar las orejas, los botones dorados resplandecían con el brillo de la luna, y el rojo carmesí de su traje le daba un aspecto elegante y coqueto.

- me gusta mi traje- dijo observando la fina tela bordada delicadamente- la calidad es excelente.

- ¿qué esperabas? - Akari sonrió- no nos presentaremos ante el conde Phantomhive con harapos sucios.

- Ayane... - Mako sonrió abrazando a la chica, quien se tensó ligeramente- ¿me regalas esto?

Un filo extremadamente brillante pasó por el cuello de la chica, quien suspiró, luego de darse cuenta que Mako la había acorralado con su misma arma.

- Mako, no quiero jugar ahora.

- ¿eh? ¿nande? - la albina quitó la filosa espada del cuello de su hermana- hm... no hay manera de ser dulce con ustedes.

- tu definición de dulce es un poco preocupante- Akari sonrió- no tienes remedio.

Mako regresó la espada a la pirata, mientras su hermana mayor le entregaba su traje.

- ¡ojalá esto tenga un arma muy filosa! - dijo saltando para ir a cambiarse.

Una pequeña sonrisita salió de los labios de Akari.

- creo que me toca cambiarme...- dijo retirándose.

Al salir ambas, Ayane no pudo aguantar la risa.

- ¿qué clase de broma es esta!? - Mako salió observando su traje- ¿¡qué se supone que soy?!

-  eres el cisne negro- dijo sonriendo su hermana mayor- la otra cara de la moneda.

- pero... ¿por qué? - la albina dudó.

- Recuerda Mako, los papeles que tenemos asignados- Ayane habló- la única aquí que tiene la misma edad que el conde eres tú, la menor de las hermanas.

- por ello tu deberás hacer que se gane tu confianza- dijo Akari sonriente- el cisne negro representa tu verdadera esencia, desenfrenada y loca pues al ser una fiesta de disfraces, esta será la última vez que no llevarás un disfraz... tu debes ser hermosa a los ojos del conde... ¿entiendes? Debes dejar de lado la locura y la sed de sangre, debes dejar la oscuridad y lo grotesco... hoy serás oscuridad pura, porque mañana...  debes volverte un ser perfecto.

A la albina se le heló la sangre.

"Perfecto"

Esa palabra de nuevo.

- acepto esta condena- dijo la menor- pero tu deberás aceptar la tuya- dijo señalándola- a partir de este momento, tu te dejarás arrastrar por la oscuridad del demonio... dejando de lado la  pureza... ¿lo entiendes verdad? - sonrió- tu eres el cisne blanco, porque solo por esta noche, conservarás tu blanca y limpia pureza, pues al entrar a la boca del diablo estarás maldita hasta que acabes con lo que te consumirá lentamente... sin piedad ni consuelo.

Akari esbozó una leve sonrisa.

Ambas hermanas, llevaban la vestimenta del cisne, y con ella la maldición.

Las Hijas De ClaudeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora