Capítulo Trece.

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Capítulo Trece: "¿Apeteces De Jane?"

—¿Estás seguro que la deberíamos llevar?

Los miré a los dos y me quedé callada. Habían tenido una llamada hace más de medio hora sobre un asalto de su propia droga cerca de donde estábamos y aún no estaban seguros de si llevarme o no. Michael me quería llevar para asegurarme que estuviera bien pero Ashton no quería llevarme ya que podría pasar algo peor que una pelea. Yo solamente los miraba como si fueran mis padres y no quisieran llevarme a una fiesta.

—¡La llevaremos y punto!—exclamó Michael, ya harto de todo.—Pero la tendremos que vigilar bien.

—¿Cómo rayos la vigilaremos si estamos adentro?—preguntó Ashton.

—Tienes razón—Michael dijó al final.

—Vamos, Jane—Ashton dijo, agarrándome la mano y llevándome a la puerta del cuarto.

Michael nos siguió y nos subimos al carro. Ashton estaba en el asiento delantero como siempre, junto a Michael. Mientras manejaba Ashton, algo pesado cayó en mis piernas. Miré y era una pistola. Michael me sonrió y volvió a mirar hacía la calle. ¿Qué rayos los genios querían que hiciera yo con una pistola? Yo no sería tan rápida para disparar si estaba en enfrentamiento, moriría instantáneamente y no quería eso.

—¿Qué quieren que hagá con esto?—dije sosteniendo el arma.

—Queremos que te protejas en caso de que se den cuenta que estas aquí—respondió Ashton.

—¿Y si me matan antes de que yo dispare?—pregunté preocupada.

—No dejaré que lo hagan.

Sus ojos se quedaron mirando los míos por el retrovisor. Sus ojos color verde, casi fosforescente, eran hermosos. No podía evitar fantasear con verlos. Y en estos momentos me estaba dando cuenta de algo, Ashton estaba formando algo importante en mi vida. No sabía que era, pero una parte de mi en verdad sabía que Ashton iba a terminar siendo algo grande en mi.

—Jane—escuché la voz de Ashton.—Ponte debajo de los asientos y te cubriremos con las chaquetas.

Yo hicé lo que su voz mandaba. Me sentía como una esclava de esa voz, y al principio me había prometido a mi misma que esto no pasaría. Necesitaba evitar esto, necesitaba evitar meterme en problemas. Pero ya estaba involucrada en esto desde un principio sin siquiera saberlo. Mi mente daba vueltas cuando pensaba en mi vida normal y la vida que ahora tenía. Era como ir en un tornado a todas partes.

Sentí que sus chaquetas me cubrían, eran demasiado grandes para mi tamaño. Reconocí la de Ashton sólo al olerla. Olía a una mezcla de canela, vainilla y cigarro, olores que yo no pensaba que olieran divinos como este, juntos. Pero no podía pensar en eso ahora. Tenía que pensar en varias maneras de defenderme si alguien me encontraba. Pero no tenía ni idea de como manejar una pistola. Pero sería fácil, ¿no?

Traté de concentrarme en el ruido que se escuchaba afuera. No lograba escuchar ningún grito o balazo de los chicos, todo era silencio. Pero sospechaba que algo saldría mal. No me sentía segura. Sentía que no me pasaría algo malo a mí, si no a él

Me empezaba a morder las uñas cuando escuché unos golpes en la cajuela. No podía mirar, esa era mi misión principal. Tenía que mantenerme a salvo. Pero yo sabía que saldría siendo la estúpida de siempre y todo se arrunaría. 

—Creí escuchar una respiración—alguien susurró afuera.

—¿Tienes oído súper sónico o qué?—dijo otro.

Ultimátum » punk a.i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora