Capítulo Diecisiete.

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Capítulo Diecisiete: "Silencio, el enemigo más fuerte."

— Estoy aburrida.

Ashton me miro con una sonrisa en su cara. Estábamos de vuelta en el motel, después de haber comido y de yo haber tenido ese mensaje misterioso. Juraba que Ashton podía ver que algo malo me pasaba, y tal vez era porque había reevaluado mi vida mientras veníamos rumbo al motel. Mi mirada no se había apartado de la ventana mientras él manejaba, y tal vez él lo había notado aunque estuviera tan distraído con Michael.

Mi persona ya no quería preocupar mas a Ashton, ya teníamos demasiadas preocupaciones para aguantar mas. Sentía que en cualquier momento yo me podría tirar al piso y llorar, o caer en mis rodillas y gritarle al mundo de por que me estaba sucediendo todo esto. Y así me sentía en esos momentos cuando mis ojos viajaban a través  del paisaje. No sabia en que pensar más que en el futuro. Pero eso solamente me preocuparía más.

Sentí los brazos de Ashton circular mi cintura, su respirar contra mi cuello. Cerré mis ojos, amando el momento. Él me gustaba, en realidad me gustaba. Aunque mis preocupaciones fueran gracias a él, la vida hedonista que llevábamos en estos momentos era mágica. A veces tenía el deseo de regresar a casa, vivir la vida normal y aburrida que antes tenía, pero de una manera u otra sabía que así no hubiera conocido a Ashton tan fácilmente. 

—¿Qué te preocupa tanto?

Su pregunta me tomo de sorpresa, ya que yo había tratado de esconder mis preocupaciones bien. Pero tal vez él era bueno leyendo a las personas, o tal vez podía sentir la tensión alrededor del aire. Solamente sonreí y sacudí mi cabeza con una risita suave escapando mis labios.

—Nada— respondí.—¿Por qué crees que algo me preocupa?

—Usualmente te muerdes el labio cuando lo haces— él dijo.—Pero deberías preocuparte más seguido, te ves sexy cuando te muerdes el labio inferior.

Mis piernas se volvieron débiles al escuchar su voz seduciéndome suavemente. Mis preocupaciones se borraron completamente. Me olvide de quien era cuando sus labios tocaron los mios, él era todo lo que yo quería. Sus manos suavemente tocaban mi pequeña espalda, sus brazos fuertes sugetandome para no caer. Esto era lo que necesitaba cuando tenía preocupaciones. Yo sabía que esto era más que un besuqueo, esto era real. Yo lo sentía. 

¿Cómo alguien se podía enamorar de una persona en tan poco tiempo? No lo sabía, pero lo estaba experimentando, y eso era todo lo que necesitaba y sabía en esos momentos. La soledad y la tristeza llegaron cuando sus labios se separaron de los míos, pero nuestras frentes se quedaron juntas. Mis ojos estaban cerrados y los suyos también, ambos apreciando el momento. 

—No quiero dejarte ir, Jane— me susurró.—Nunca había conocido alguien como tú, hasta que tú te interpusiste en mi camino.

Ahora yo lo besé. Mis manos estaban pegadas a sus mejillas, y no lo quería dejar ir. Pero en esos momentos, recordé los cuatro meses. Uno ya había pasado completamente, solamente quedaban tres meses y eso era todo lo que iba a disfrutar. Había dejado la escuela por él, había dejado a mi familia por él, pero era por la protección que él ofrecía. Si, eramos adolescentes, y lo que teníamos era ilegal, pero esto no me importaba en realidad. 

Nuestros labios se volvieron a separar, y respirábamos fuertemente. Solamente eramos él y yo, nadie más. Todo eso fue hasta que Michael carraspeó su garganta y los volteamos a ver, una sonrisa en su cara.

—Solamente no lo hagan tan fuerte, ¿va?— se rió.—Y no dejes embarazada a Jane tan chica, Ashton, lo que están haciendo literalmente es ilegal. 

—Callaté el hocico, Michael— Ashton puso los ojos.—No es como si no lo hubieras hecho antes.

—Sí, pero ella nunca me dijo su edad— Michael gruño.—Hasta que su padre casi me mataba, claro.

Me reí un poco al escucharlo.—¿Enserio paso eso?

—¿Tú crees que yo te mentiría, Jane?— Michael se rió.—¡Claro que paso! Si no hubiera pasado, ¿tú crees que Ashton me compararía?

Solamente encogí los hombros, sentándome en la cama y mirando a los chicos. Empezaron a hablar de sus usuales negocios, sobre su jefe y acerca de lo que últimamente a pasado. Yo me le quede mirando al techo cuando me incline hacía atrás. Yo comenzó a pensar en Calum, Monica y Luke. ¿Qué estarían haciendo en estos momentos? ¿Estarían pensando en mí? Una ola de tristeza me golpeo justamente pensando en eso. De una manera u otra, en realidad extrañaba tener esa vida normal y aburrida. A veces era necesario tener esa vida, disfrutarla y hacerla divertida a tu manera.

Suspiré suavemente, cerrando los ojos y durmiendo un poco. Mis sueños eran los mismos de siempre, Anthea y yo en el parque cuando yo era pequeña. La extrañaba, pero ella también me habiá traído problemas aunque estuviera en la tumba. Yo no odiaba a mi hermana la muerta, ni la resentía por haberme traído problemas, solamente la extrañaba. Extrañaba verla y abrazarla, aunque ella tuviera sus problemas y les sacara pelos verdes a mis papás. 

Me desperté dos horas después, Michael viendo la televisión, acostado en la cama. Cuando me desperté, me miró con una sonrisa y yo levanté una ceja. Ashton no estaba alrededor, y mi estómago rugió de preocupación.

—Te has de preguntar donde esta Ashton, ¿no es así?— él preguntó.

—Sí— yo respondí suavemente.

—Fue a comprar unas papas y refrescos— se rió.—Creó que yo me acabe las que habían comprado por accidente.

—¿Cómo?— dijé y miré al piso. 

Estaba lleno de bolsas de papitas y latas de refresco, suspiré fuertemente a la frustración de esto. Odiaba la suciedad. Odiaba la desorganización. Pero eran chicos, y eso no se les podía quitar tan fácil. Lo ignoré por un momento, no teniendo las fuerzas suficientes para en realidad levantar todo esto. Me levanté momentos después, caminando hacía el baño para hacer mis necesidades. Y eso es lo que hicé. 

Justamente al terminar de lavarme la cara y abrir la puerta del baño, la puerta del cuarto se abrió y se cerró tan rápido que no tuve oportunidad de ver quien había sido hasta que ví a Ashton jadear. Su cara estaba llena de sudor y en su mano, colgaba una pistola. Mis ojos se agrandaron, preguntándome de porque en su mano habitaba una pistola.

—¿Qué paso?— pregunto Michael. 

—Nos han encontrado— Ashton dijo.—Tenemos que irnos, ¡rápido!

Antes de moverme, sentí mi teléfono vibrar. Lo agarré y mis sospechas eran correctas.

Número Bloqueado:

Peek-a-boo. Se donde estas tú.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2015 ⏰

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