Capítulo Catorce.

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Capítulo Catorce: "Él Te Desea."

—Ahora fui yo la secuestrada.

Ashton me había dado permiso para una llamada a un ser querido. Escogí a Mónica, ya que la extrañaba demasiado. Le estaba contando lo que creo que para mí pronto se convertiría en una "anécdota", pero para ella seguiría siendo un trauma más en la vida. Extrañaba escuchar las tonterías que le decía a lo que una vez fueron cosa sería, pero para nosotras ahora era algo que se consideraría "normal".

—Te lo creo más que esa vez que me dijiste que habías tenido varicela para no ir de compras conmigo— río Mónica. —¿Ahora sientes lo que yo sentí de una manera o no?

—Creo que me siento peor.

—¿Por qué dices eso?—preguntó confundida Mónica.

—Era Flint.

Mónica jadeó. Al escucharla jadear, recordé ese momento en el cual me había fugado con Ashton, y me miré al espejo del baño. No habían pasado muchos días desde eso. Si extrañaba a mi familia, si extrañaba mi casa, si extrañaba a mis amigos. Pero no quería poner a nadie en peligro. Mientras más lejos estuviera de ellos, más seguros estarán ellos. Y creó que Ashton también quiere eso. En esos instantes, Ashton entra a la habitación y me hace una seña de que el tiempo ya se acabó.

—Me tengo que ir, Mónica—suspiré. —Te quiero.

—Te quiero más, Jane.

Al colgar, Ashton se sentó junto a mí. Su aroma era canela, vainilla, y un cigarro recién fumado, delicioso. Apoyé mi cabeza en su hombro y cerré mis ojos, respirando lentamente ese delicioso aroma suyo. Me sentía a salvo junto a él, pero la realidad era que no lo estaba. Desde que lo ví a los ojos, sabíamos que yo iba a estar en peligro.

—Nunca que quizé que te pasara eso,¿sabes?—Ashton sonaba preocupado.

—Lo sé—yo seguía con mi cabeza apoyada en su hombro.

—¿Y  sabes que desde un principio yo no te quería lastimar?

—Lo sé.

En ese momento paso lo que nunca pensaría que pasaría, me dió un beso en la frente. Ya se que no era mucho para un muchacho que estaba acostumbrado a tener muchas chicas alrededor de él, pero creó que esto era algo nuevo para Ashton. Sentía que lo quería tomar lentamente todo esto de tener una relación, pero aquí entre nosotros no había una relación. Nos sonreíamos y así, pero yo lo odiaba por ponerme en peligro, ¿no es así?

—Ya no sé lo que quiero, Jane—Ashton murmuró.

—¿A qué te refieres, Ashton?—pregunté confundida.

—No...No sé como explicartelo.

—No sé leer mentes, tampoco—sonreí.

—Creó que quiero dejar la mafia y empezar una vida... normal.

Mis ojos se pelaron. Empezaba a recordar lo que Michael me había dicho hace unos días, de que Ashton ya no podía dejar la mafia porque cuando el padre de Michael muriese, Michael dejaría la mafia y Ashton se convertiría en el líder. Ashton me miró con cara de ¿Qué paso?.

—¿Estás seguro de eso?—pregunté.

—Creó que sí—Ashton asintió.

 Asentí. En verdad no sabía que decirle a Ashton, ya que no entendía muy bien lo que quería decir. Me miró a los ojos y yo le sonreí. Poco a poco, Ashton se venía inclinando. Sabía lo que iba a pasar. Me iba a besar. Cerré mis ojos, acercandome yo también. Sentía la tensión entre nosotros y yo sentía mariposas en mi estómago. Nuestros labios se rozaron, y sentí sus labios en los míos. Era un beso sincronizado. Tan hermoso. Se sentía tan... bien, seguro, amoroso.

Pero en esos momentos me dí cuenta que todo esto era, prohibido. Estaba recapacitando, si estaba con él, era porque nada más era para proteger a mi familia. No para tener un amorío. Y solo esto iba a durar cuatro meses, ¿no era así? Ya no lo volvería a ver, ¿verdad? 

Ashton pusó sus brazos en mi cintura y me pegó a él. Esto estaba mal, ¿no? No podía pararlo, era demasiado fuerte. Y yo no quería que parara, pero era algo necesario. Lo había conocido hace poco, y ya estoy haciendo esto. No... No se siente bien. Necesitaba pararlo.

Sus labios bajaron a mi cuello y gemí. Páralo, decía mi mente. Pero esto es lo que en realidad quieres, decía mi corazón. Creó que mi mente estaba bien está vez, no podía dejar que esto pasara. Pero él. Con este beso, me volví adicta. He de tener dieciséis, pero eso no significa que mi vida no pueda ser sexualmente activa.

Pero a la vez no lo quería ser. ¿Quería disfrutar está libertad? Sí. ¿Quería sentirme amada por un chico atractivo como Ashton? En realidad, sí. Yo quería tenerlo a él, y se veía que él a mí, pero no. Solamente no. No tenía ninguna explicación entendible para alejarme de Ashton. Solamente no podía dejar que esto pasara, porque sabía que esto me pondría en más peligro. 

Así que decidí tomar acciones. Me separé de Ashton lentamente. Lo miré con una cara de esto no puede pasar y tú lo sabes. Él lo comprendió y asentió. Nos acostamos en la cama, mirando el techo, sin hacer ningú sonido. Él agarró mi mano y la apretó. Cerré mis ojos y suspiré. Este no había sido mi primer beso, pero fue mi primera vez que fue intensamente.

—No lo puedo hacer, Ashton—sentía lágrimas venir a mis ojos. —Siento que es algo incorrecto.

—¿Cómo que no lo puedes hacer, Jane?—Ashton se apoyó en un hombro y me miró. —¿No lo acabas de hacer?

—Sí, pero...

—¿Pero qué?—Ashton se veía enfadado. —¿No ves que estoy loco por ti, Jane?¿No ves que te quiero hacer mía?

—Ashton—estaba apunto de llorar. —¡Esto solo durará cuatro meses! ¡Después de esto tal vez ni te vuelva a ver!

—¿Eso es lo qué tú crees?—Ashton gritó.—¡Entonces eso es lo que será! 

—No me... No me refería a...

—Al finalizar los cuatro meses, regresarás a Sydney con tu familia—Ashton no me miró a los ojos. —Y perderás todo contacto conmigo. ¿Entendido?

—Ashton—murmuré y sentí las lágrimas caer.

—¿Entendido?—Ashton dijo entre dientes.

—Mhm.

Y caí a la cama. Esto no era lo que quería que pasara. Quería que me dijera que iba a luchar por mí, pero creó que yo también lo mal entendi. Sujete la almohada fuertemente y lloré en ella. No quería dejarlo, no quería que los cuatro meses pasaran. Yo quería estar con él, pero a la vez sabía que todo esto estaba mal. Sabía que de una manera u otra lo dejaría. Sabía que era necesario entender todo esto. Sabía que Ashton al final podría conseguir a alguien mejor que a mí.

Pero me estaba dando cuenta.

Que en tan poco tiempo.

Me había enamorado de un criminal.

E irrevocablemente.

Ultimátum » punk a.i.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora