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Una mala noticia.

A pesar de lo sucedido ayer no me sentía tan incómoda con él, nos habíamos saludado como habitualmente lo hacíamos y pasamos grandes ratos los tres juntos.

— ¿Qué harán hoy? —nos pregunta Jasón, todos le miramos y después contestamos. Justin y Taylor contestaron con un "Nada interesante". Mientras que y dije que estaría ocupada— ¿Qué harás?.

— Tengo que terminar una lista de estudiantes transferidos, el presidente lo necesita.

— ¿Para qué? —me pregunta Justin, me había olvidado que él era transferido. Aún tenía el asunto pendiente de saber porque hizo aquello y claro que no se me había olvidado.

— No sé. Sólo nos dijo que cada uno debía de buscar cierta información y como es el presidente debemos de hacerlo.

— ¿Ahora son sus esclavos?

— Algo así...

— Que lástima. Tenía pensado salir, pero bueno seremos los tres solamente -dice Jasón y abraza a los chicos, Taylor ríe mientras que Justin solo rueda los ojos. Llegamos al salón y nos fuimos a sentar, Jasón conmigo y atrás Justin con Taylor. No habían puestos de cuatro sólo de dos o de tres. Por lo que ellos decidieron que mejor nos fuéramos a los puestos de dos y nos sentarnos cerca para estar "Juntos". Enseguida entró la profesora de filosofía, pero no nos tocaba esa materia.

— Buenas tardes jóvenes, tomen asiento por favor. Les vengo a informar que el profesor de literatura no pudo venir a la escuela hoy, por lo que pueden irse a casa sólo si no tienen más clases en la tarde.

Todos comenzaron a celebrar y se levantaron enseguida de sus asientos para tomar sus cosas y comenzar a irse. La profesora por su parte también se fue y yo comencé a tomar mis cosas para irme junto con los chicos.

— Fabuloso. No que le haya pasado algo al profesor pero sí que podamos irnos a casa —dice Taylor. Era cierto, si llegaba antes a casa eso me ayudaría a terminar a tiempo y poder salir con ellos- con esto podrás terminar tu trabajo temprano y saldrás con nosotros.

Asentí.

— ¡Está dicho! Nos juntaremos todos en la plaza a las cuatro. Hay decidiremos dónde iremos.

— Ok —dijimos todos y cada uno nos dirigimos a casa. Aunque Taylor y yo nos fuimos juntos, ya que hace poco me enteré de que vivía cerca de mi casa así que desde que él también lo supo comenzamos a irnos juntos. Pero ahora la situación si era más extraña, supongo que a los dos se nos vino el recuerdo del beso. Me puse las manos en los bolsillos de mi chaqueta y continúe mirando al frente. El silencio era uno de esos incómodos y realmente no sabía qué decir y supongo que él tampoco.

— V-Vendré por ti... A las tres y media. —me dice, yo carraspeó mi garganta y después hablé.

— E-Esta bien. ¿Qué crees que haremos?.

— No lo sé. Quizás... Caminar, ir a comer... Lo que se les ocurra a los chicos.

— Me gustaría que fuéramos al parque de entretenciones. Hace mucho tiempo que no voy, solía ir con mis padres pero ahora sus trabajos no le permiten hacer todo lo que solíamos hacer antes.

— ¿Tienen una mala relación con tus padres?

— No. Somos bastantes unidos, es sólo que... No podemos salir muy a menudo. Y si lo hacemos siempre el momento es interrumpido por una llamada de parte de los dos o bien los dos.

— ¿Y ellos lo saben?.

— Sí. Lo saben, pero no pueden evitarlo su trabajo a penas y les deja tiempo libre. Pero al menos agradezco que tengo ciertos momentos con ellos y es grandioso.

Connected heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora